lunes, 11 de abril de 2016

Concejales de Campo Quijano trabajan en la readecuación de la Tarifaria

Capacitan a inspectores de las áreas impositiva y bromatológica del municipio. El municipio pasó de unos 5.000 habitantes en los 90 a casi 30.000 en la actualidad.

El cuerpo de inspectores de las área Tributaria y de Bromatología del municipio de Campo Quijano, participan de un curso de capacitación brindado por especialistas de la Secretaría de Ingresos Públicos de la Provincia. La iniciativa apunta a que el personal cuente con mayores herramientas para ejercer un más efectivo control de sus temas específicos.

En este marco, trascendió que el Concejo Deliberante local trabaja en un proyecto de readecuación de la Tarifaria local que hace referencia a actualizaciones de tasas e impuestos. En este sentido, la novedad residiría en la aplicación de una nueva tasa por mejoras en casos de la construcción de veredas, cordón cuneta y pavimentación, entre otras.

En momentos en que los municipios salteños ven disminuidas las partidas de coparticipación, en algunos casos, o deben enfrentar desactualizaciones a raíz de los embates de la inflación, las comunas comienzan a trabajar en el sistema recaudatorio que en algunas localidades es vetusto.

Sobre este punto, el intendente Manuel Cornejo expresó: "Cuando por ejemplo se construye cordón cuneta en una calle o se la pavimenta, la obra tiene un impacto directo sobre las propiedades de los vecinos, porque aumenta automáticamente el valor del inmueble. Constituye, además, una mejora en su calidad de vida. Es lógico y es algo que se aplica en todo el mundo, que tenga que tributar por esa mejora".

Anticiparon que el monto de las tasas por mejoras será mínimo y accesible, porque gran parte de los costos de las mejoras serán absorbidas por el municipio. Además, habrá exenciones en casos particulares. El paquete de medidas, seguramente será tratado durante la primera sesión del año, en mayo próximo.

Crecimiento urbano
En las últimas dos décadas, en Campo Quijano se registró un notable crecimiento de su población, pasando de unos 5.000 habitantes a principios de los 90 a casi unos 30.000 en la actualidad. Esta situación generó, entre otras cosas, un rápido incremento de las áreas en las que se debe brindar los servicios esenciales con todo los costos que eso significa.

Este panorama se repite en todas las localidades del Valle de Lerma, donde mejorar el sistema recaudatorio parece ser la única salida para cumplir con los servicios, eso sí los contribuyentes reclamarán en idéntica medida eficiencia de parte del Estado.

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