Albañilería, el oficio buscado por muchas mujeres en un curso en el Club Boroquímica
Sesenta mujeres, cuyas edades van entre 18 a 50 años, son parte de un interesante proyecto de capacitación en albañilería que les permitirá una pronta salida laboral.
No le temen al prejuicio de que la construcción es una cuestión exclusiva del género masculino y afrontando este desafío, aceptaron primero capacitarse para luego elaborar sus propios proyectos y de esta forma, mejorar la calidad de vida de ellas y de sus familias.
Cada una de ellas tiene su historia personal que motivó inscribirse en este espacio abierto por el Club Boroquímica de Campo Quijano.
Ana Tolaba, por ejemplo, tiene 8 hijos y quiere ampliar su casita para vivir mejor.
Las dificultades de la economía en el hogar, se suman a la falta de tiempo de los integrantes de la familia para dedicarse de lleno a su vivienda.
"Decidí realizar el taller porque quiero comenzar a construir la ampliación de mi casa que tanto nos cuesta. No tenemos dinero para pagar a alguien que nos levante unas piezas. Así que optamos por venir a aprender albañilería", afirmó Ana mientras analizaba la disposición de los estribos en una columna.
Encofrar, hacer revoques, preparar el hormigón ya no es materia exclusiva de los hombres, como tampoco lo son otras tantas actividades que han cruzado los límites impuestos por el género. Las mujeres de este taller buscan además una salida laborar en un rubro tildado como sacrificado y solo para hombres.
"Yo vine porque quiero aprender nuevos oficios. Ya entiendo de electricidad y trabajo de ello. Ahora quiero completar mi capacitación con la albañilería. Tengo trabajo de electricidad pero me piden siempre alguna que otra reparación de la casa. La construcción no es solo para hombres, nosotras también lo podemos hacer" explicó Patricia, quien demuestra una mayor experiencia en estas labores.
El objetivo
"La idea es que estas señoras y señoritas vean en la albañilería que no es un trabajo de fuerza únicamente. Se les enseña los mismos trabajos, y sus formas. Algunas lo buscan como salida laboral y otras para aprender, ya que en su casa no pueden pagar a alguien que construya lo que necesitan" explicó sobre el curso Adrián "Pir" Guaymás presidente del Club Boroquímica.
La tarea deportiva se complementa con la social y la inclusión de diferentes sectores de la comunidad de Campo Quijano.
El taller se dicta gracias al aporte de la fundación “Pintando Salta”, cuya presidenta Julieta Brun acordó con el club de Quijano el dictado de este tipo de enseñanzas destinado a las mujeres de todas las edades. El espacio de clases está completo pero la actual comisión directiva del Club ya piensa en nuevos módulos y oficios para las mujeres de esta localidad.
Mientras algunos practican deportes en las instalaciones de la "Boro", otros realizan talleres y capacitaciones. El espacio especial es el de los días de albañilería, a donde en tres comisiones bien separadas en horario y por sectores, llegan a aprender sobre los secretos de la construcción.
"Muchas de estas señoras se animaron y descubrieron que esto no se trata de cosas para hombres. Las mujeres lo pueden desarrollar y de la mejor forma" resaltó Guaymás.
Las prácticas las desarrollarán en el mismo club con la colaboración en el proyecto del nuevo escenario en el salón de Boroquímica.
El taller se dicta gracias al aporte de la Fundación "Pintando Salta" cuya presidenta, Julieta Brun, acordó con el Club de Quijano el dictado de este tipo de enseñanzas destinado a las mujeres de todas las edades.
El espacio de clases está completo. Son varias las vecinas que se han quedado fuera de los talleres por una cuestión de protocolos por la pandemia. Sin embargo, la actual comisión directiva del Club ya piensa en nuevos módulos y oficios para las mujeres de esta localidad, ante la alta demanda que, según se anticipa, irá en aumento por parte de las mujeres que quieren aprender albañilería.