La psicosis por el daño que el agua está causando en varios lugares del país se apoderó de los vecinos el pasado fin de emana ante versiones antojadizas de que se estaba inundando el pueblo.
Infundadas versiones daban cuenta que se estaban inundado barrios, y preparando centros de evacuados en pasado domingo en Quijano.
En realidad, hubo una crecida imprevista del río Toro por lluvias registradas quebrada arriba, pero aquí el descarte de los áridos fue el terraplén de defensa que evitó un desborde y no hubo problemas.
Es verdad, el Toro bramó tanto como para causar temor en la población cercana a la ribera del río, cuya caudal recorre la parte oeste del pueblo y baja por la quebrada que lleva su nombre, que tomó justamente por su natural bravura.
En pocas horas el caudal aumentó de forma considerable, hasta llegar a unos 100 metros de los barrios San Roque y San Jorge, en el extremo oeste de la zona urbana de la localidad de Campo Quijano.
El olor a barro y su atronadora correntada provocaron pánico en la población, a tal punto que algunos lugareños comenzaron a pedir auxilio a través de las redes sociales.
Estos infundados llamados de auxilio crearon una ola de suspicacias con el sentido de desorientar a los vecinos con este fenómeno natural.
"Se provocó en la población un susto inapropiado porque el río siguió su curso sin desviarse o inundar barrios como en otros años. Ahora el descarte de las ripieras acopiados en las ribera del río impidió su desborde", explicó la secretaria de Gobierno municipal, Carmen Méndez.
La fuerte crecida, mientras el río arremetía en plena quebrada, originaba un confuso y ensordecedor ruido que llegó a escucharse en pleno centro de Campo Quijano. Ocurrió durante el domingo en la tarde.
Algunos vecinos, rememoraron la crecida del 2006, cuando las aguas desbordaron y el puente de cemento, que cruza hacia Río Blanco, apenas aguantó la masa de agua y barro desbordada de las altas cumbres de la zona.
"Hace años que no teníamos una crecida de esta magnitud, por suerte, al ser un rio de montaña pasa la creciente y no inunda como lo hizo hace más de diez años atrás", comentó la funcionaria.
Y explicó sobre la versión usada para desatar una psicosis mediática acerca de la habilitación de centros de inundados para recibir a los damnificados, que "fue una situación de cuidado, pero nosotros no habilitamos ningún centro de evacuados. Circuló de mala fe una información sobre evacuados y gente huyendo despavorida en San Jorge y San Roque. Esta versión asustó a la gente de forma irresponsable", dijo tajante.
El rió creció desde la zona de Chorrillos, según informó Gendarmería Nacional, cuyos partes diarios son recepcionados por Defensa Civil de la Provincia. Las continuas lluvias en la zona de montaña, derivó en una situación de extremo cuidado: el caudal aumento de repente, ríos y arroyos bajaron con fuerza, como que son afluentes naturales del Toro y en la estrecha quebrada, la masa de agua, arrastró sedimento y árboles. No causó destrozos, ni muertes de animales de pastaje.
Lluvias en los cerros
Los reportes de los lugareños de diferentes parajes alejados dan cuenta sobre la situación originada por las constantes lluvias y aunque las precipitaciones causan inconvenientes en la comunicación y falta de agua para el consumo humano, termina siendo beneficiosa a futuro: la zona árida de la precordillera tendrá pastaje todo el año. Esto redundará en beneficios para las producciones locales de altura como la papa, la arveja y el haba andina. También lo será para el ganado caprino y bovino. Por el momento no se informó sobre cortes de ruta. La calma climatológica hizo un impasse.
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