A principios de año el embravecido torrente abrió varias fisuras en el
talud levantado para defender la traza. Ahora se afianzaron las obras y se
planificó pavimentar este tramo entre El Alisal y Quijano de la ruta nacional
51.
CRECIDAS EL RIO TORO ABRIO GRIETAS EN LOS TALUDES. ESTE VERANO LA TRAZA
DE LA RUTA 51 TENDRA UNA PRUEBA DE AGUA.
Apenas en los primeros 15 kilómetros de la ruta nacional 51, por la
Quebrada del Toro, aparecen fisuras sobre el terraplén de contención del río
Toro. Lo que hoy son grietas a simple vista, cuando las lluvias sean más
intensas y crezca el cauce podrían dejar incomunicado, como tantas veces ya ha
ocurrido, a centenares de transportistas y pobladores de la zona de la
precordillera salteña que utilizan este camino internacional.
Las obras de adecuación de la traza sobre el cauce del río se iniciaron
el año pasado en esta época, por encargo del V distrito Salta de Vialidad de la
Nación. Apenas comenzaron las lluvias, el embravecido Toro, sin dar aviso,
arrasó con diferentes sectores del talud, erigido a propósito, ya que no se
podía recuperar la viaje ruta, destruida por el sismo de hace dos años.
Este año la empresa de servicios viales Pige S.A.,
responsable del mantenimiento de la ruta nacional 51 desde su naciente en la
zona de Limache hasta el límite con Chile en la puna salteña, retomó una serie
de obras no presupuestadas, a los fines afianzar el camino en este
sector tan comprometido con la naturaleza. La obra para reforzar el
mantenimiento tiene un costo de alrededor de 8 millones de pesos, presupuesto
aprobado por Vialidad Nacional.
“Son obras que afianzarán el camino que circula por el cauce del río
Toro. Estamos optimizando este tramo con un trabajo de envergadura: murallones
de contención y con elevación de la ruta por encima del cauce. Reforzamos
además el camino de invierno y verano en los sectores donde el tramo es
accidentado”, explico a El Tribuno, Eduardo Cullen gerente de la empresa Pige.
Recordó: “Las lluvias del año pasado dejaron varios sectores
intransitables en el tramo entre Quijano y Chorrillos; fueron precipitaciones
extraordinarias. De la manera que se encararon estos trabajos recientes,
estamos seguros que pasamos este verano sin sobresaltos”.
Según las previsiones de Vialidad, luego de la construcción de
murallones y alcantarrillas, en 2012 se terminaría de asfaltar la traza hasta
el acceso de Quijano con micro aglomerado. Se trata de una mezcla fluida de
pequeño espesor, muy utilizada en las obras viales del sur del país y soportan
el tránsito pesado.
El trabajo de micropavimento llegó hasta la base del viaducto del Toro.
“De ahora en más se está evaluando el comportamiento de este tipo de asfalto en
la zona del cauce para continuar los trabajos”, señaló Cullen. Si el material
resulta apto para la zona, se pavimentará hasta Quijano, tramo que no supera
los 10 kilómetros.
El intendente de Quijano, Manuel Cornejo, aseguró que el trabajo actual
es seguro y “permitirá circular con mayor seguridad por la zona de la
quebrada”.
“El año pasado se inició tarde el trabajo. Todo sucumbió ante la
naturaleza. Las obras que se realizan son de magnitud. No creo que pueden ceder
ante el caudal del Toro, pero con la naturaleza no hay nada seguro”, dijo, al
admitir un margen de dudas el jefe comunal.
Cornejo explicó: “El mantenimiento y preservación de este tramo de la
ruta también dependerá del trabajo en conjunto que realicen las plantas de
áridos instaladas en la zona y la empresa Pige. Los
descartes de la extracción de áridos deben ser ubicados como defensas, por eso
se necesita un trabajo coordinado”.
El tramo de la ruta nacional 51 que atraviesa la Quebrada del Toro está
a unos 40 kilómetros al noroeste de la ciudad de Salta. Es parte del famoso
corredor bioceánico de Sudamérica y de la futura conformación del Paso
Integrado Argentino-Chileno, hoy más conocido por el paso salteño de Sico.