Una docente fue llevada a la comisaría cuando vio el maltrato que recibió en la calle un hombre ebrio. Los policías la acusaron de filmar lo ocurrido.
El tema es insólito. Ocurrió el pasado lunes 8 en Campo Quijano y la mujer afectada le contó a El Tribuno los detalles que le tocaron vivir en esa jornada, en la que la casualidad le permitió observar un operativo policial.
"Váyase a su casa, vieja chusma" fue uno de los improperios que los policías le dijeron a la docente Gloria Torres, justo cuando ella se quedó mirando el maltrato que recibía un hombre en evidente estado de ebriedad, muy próximo a una popular carpa bailable, sobre la ruta provincial 36.
"Como no me retiré y seguí observando el violento procedimiento me insultaron, me amenazaron y luego me llevaron detenida. Estuve varias horas sin que nadie me explicara las razones por las que quedé demorada. Hasta hoy, nadie se acercó a darme una respuesta y me siento moral y psicológicamente dañada", expresó la mujer.
Qué pasó
Torres contó que en la madrugada de ese feriado de carnaval, luego de compartir con familiares una salida, volvía a su casa cuando, en inmediaciones de una fonda con escasa iluminación, dos efectivos se ensañaron con un alcoholizado.
"Lo zamarrearon y luego lo tiraron a una zanja. Me pareció terrible la actitud de estos policías. Prendí la luz de mi celular para ver donde habían tirado a ese hombre y fue en ese momento en que me dijeron que me fuera a mi casa y me tildaron de "vieja chusma''. Me retiré sin dejar de mirar y uno de ellos volvió sobre el hombre diciendo "así se trata a estos borrachos''. Asombrada e indignada con lo que veía, me acerqué a la fonda para decirle a otros policías lo inhumano del trato a ese ebrio. Pero todo resultó peor: una mujer policía que estaba en el procedimiento ingresó apurada a la carpa, le dijo algo al oído a uno de sus colegas y pidió que "traigan el móvil''. Cuando esperaba una respuesta por este abuso de autoridad, me dijeron que los acompañara a la comisaría. Y aunque preguntaba las razones, obviamente nunca me respondieron".
La mujer, sola, nerviosa y sorprendida, debió subir al móvil, donde nadie contestaba sus interrogantes.
Demorada
Torres pasó varias horas detenida en la dependencia policial y las razones que le dieron para tal situación fue que ella habría estado filmando el operativo y que le faltó el respeto a los efectivos. "Nunca les falté el respeto, no entorpecí su trabajo pese al maltrato y tenía la linterna prendida de mi celular. Montaron un procedimiento en torno a la fonda para tapar su mal accionar. Hice la denuncia policial y una ampliación, por lo que el tema ya debe estar en la Fiscalía de Rosario de Lerma. Tengo identificados a los dos uniformados que fueron violentos. Estoy muy avergonzada sobre cómo se vulneraron mis derechos y libertades de ciudadana, en un Estado democrático", concluyó la docente.
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