En la parroquia Santiago Apóstol malvivientes sustrajeron la suma de 54.000$ y en el Club Sportivo local se llevaron elementos de cocina. Ambas instituciones ubicadas en pleno centro y a escasos metros de la policía.
En los últimos meses la localidad del Portal de los Andes se convirtió en el objetivo principal de los delincuentes. Al estilo de una película del lejano oeste pareciera que nadie se hace cargo de los robos impunes que aún no tienen responsables y que según desde la policía cada hecho se está investigando.
Entre los casos se encuentra el de una cuantiosa suma de dinero de la casa parroquial en el último piso de un edificio de dos plantas el viernes 24 de mayo. Según informó la policía el cura párroco se retiró al mediodía y cuando regresa a la tarde alrededor de las 18 hs se da con el candado roto en la oficina de la casa parroquial. Entonces el sacerdote se percata que la falta de 54.000$ por lo que radica la denuncia en la comisaría local.
Un dato peculiar es que de todas las pertenencias sólo se llevaron el dinero y que para llegar a la casa parroquial hay que pasar por un comedor comunitario que funciona al mediodía y a la vista de todos. Además hay que subir un largo trecho hasta el último segundo piso. Hasta el momento no se detuvo a nadie y la investigación se encuentra a cargo del sector 82 A de la policía.
Otro hecho delictivo ocurrió el sábado pasado durante la madrugada en el Club Sportivo Social Quijano ubicado en el corazón de la plaza principal y al frente de la comisaría local. Allí un grupo de delincuentes saltaron un paredón de no más de tres metros de altura que separa las instalaciones del club con la plaza principal.
Una vez adentro rompieron una puerta metálica e ingresaron al buffet. “Nos robaron todo lo que había en el buffet del club, se llevaron todo” contó a Voces del Valle el presidente del club Wilfredo Álvarez.
A pesar del robo y de los ánimos el club no cerró sus puertas y llevó adelante sus actividades de manera normal con la fecha programada de partidos durante el fin de semana. “Hay que seguir adelante a pesar de esto. Uno para sacar a los chicos de la calle y que nos pase esto nos bajonea” sostuvo el dirigente.
Álvarez también recordó que es la primera vez en seis años que ingresan a robar. Por lo pronto pedirán al municipio ayuda para colocar un alambre de púas en las paredes que colindan con la plaza Martin Fierro.
“Lo único que hacemos como instituciones es trabajar para la comunidad tanto la parroquia como nosotros” se lamentó Álvarez ante lo sucedido.
Fuente: Voces del Valle
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