Hace años atrás, en mi infancia, recuerdo a los Autobots y a los Decepticons transformarse en grandes vehículos y librar batallas espectaculares en la tele.
¿Se acuerdan de los TRANSFORMERS? El tiempo pasó… y por esas cosas de la vida un amigo, Germán Carrizo revolucionó el Portal de los Andes (Campo Quijano) con dos magníficas obras de arte al alcance de todos.
“Yo quiero que el arte lo puedan contemplar todos, sin ningún tipo de limitaciones, estos robots están hechos para todos”, expresó Germán Carrizo al dejar anclado el último tensor que sostiene a Optimus en la plataforma que él, junto con vecinos de Campo Quijano construyeron para colocar la mega escultura metálica que da la bienvenida al pueblo a todos los visitantes que llegan.
Admirador del afamado escultor Carlos Regazzoni, Germán transita sus días creando esculturas de metal, componiendo música con su bajo, tarareando nuevas melodías, o simplemente charlando con amigos o parientes sobre sus sueños y utopías.
Sin dudas el arte lo atravesó profundamente a Germán, un creativo que desafía a la monotonía del tiempo y la rutina, que sorprende a propios y extraños, a amigos y sobrinos. Capaz de explotar de alegría en una sola carcajada.
Germán es un tipo sencillo que imagina objetos que con el tiempo se transforman en obras de arte que pone al alcance de todos y es así, de esta manera, que él se siente pleno y sigue creando sueños y esculpiendo utopías mientras coquea.
Fuente: InternetSalta
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