lunes, 21 de mayo de 2018

La escultura de Chifri volvió restaurada

Luego de haber sido vandalizada, la reparación llevó cinco meses. Ya fue ubicada en el predio del parque Evita.

La escultura de Chifri está en su lugar. Sigue sonriente y sentado bajó un techo de paja, en este espacio ambientado como retoño de El Alfarcito, el lugar donde el sacerdote Sigfrido Moroder, el padre Chifri, comenzó su tarea misionera hacia distintos puntos de la Quebrada del Toro y parajes enclavados en medio de los cerros.

La obra se reinstaló el mediodía de ayer en el parque Evita. Fue restaurado en cuatro meses de un metódico trabajo ejecutado por el artista plástico Pedro Humberto Ciotta Gemes. Desde su inauguración, allá por 2014, nunca tuvo mantenimiento la pieza creada con una robusta estructura de fibra de vidrio, dividida en varios paneles, cuyo peso total alcanza los 100 kilogramos.

El paso del tiempo agrietó varias partes de la figura. A este sometimiento aparecieron hongos, fisuras y alteraron el color original. Hoy "Chifri" está mejorado en todo sentido. El color, el contraste de la figura, y sobre todo la capa externa de la escultura, impregnada con un material especial para evitar los daños del desgaste y el deterioro natural.

"Teníamos una obligación con este espacio que es de todos. Chifri fue y es importante para los rosarinos. Esta escultura es en su homenaje. Nunca tuvo una conservación adecuada. Ahora está asegurado con la restauración, el proceso que permite su mantenimiento en el tiempo", contó el intendente Ignacio Jarsún.

El jefe comunal destacó por otro lado, el trabajo del escultor Ciotta. "Además de ser un gran profesional, su trabajo fue dedicado a Chifri. Tanto Pedro (Ciotta) como su señora conocieron en persona al padre Chifri. Por eso que su trabajo fue hecho con tanto cariño, por esta razón particular que los unía con el sacerdote".

Con respeto a la seguridad del predio, Jarsun recalcó: "No vamos a poner cámaras ni seguridad. Debemos aprender que este espacio es de todos. Cuando ocurrió el hecho vandálico en enero pasado, fue la gente la quendenuncio este atropello. Este predio es de integración y de unión entre los vecinos".

Recordemos que un grupo de jóvenes, el pasado enero, a la salida del desentierro del carnaval, vandalizaron la figura del sacerdote. La actitud fue repudiada por los vecinos, a tal punto que se logró identificar a las dos muchachas, que pintaron el rostro de la escultura, le arrojaron lanzanieves y luego se burlaron tomando fotografías impúdicas.

Ahora la escultura tiene unos pequeños retoques en su pintura original. El poncho y el contorno de su rostro resaltan más, a diferencia de la tonalidad que tenía antes. El color del poncho andino tiene nitidez y el alzacuellos de sacerdote tiene el color blanco más definido. Sobre el baldaquino a construir para mejor protección de las inclemencias climáticas, se realiza en otra etapa. El predio donde está emplazada la escultura es una réplica del centro eclesial de El Alfarcito.

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