Manos solidarias pusieron a funcionar el histórico predio que beneficia a toda la comunidad lugareña.
Un grupo de voluntarios lo restauró. El lugar se encontraba cerrado a causa del deterioro del edificio y la imposibilidad de arreglarlo de la familia que estaba a cargo del mismo. Es un lugar tradicional de la Quebrada del Toro, que había quedado vacío y solo.
Voluntarios de la Fundación Alfarcito se pusieron manos a la obra para reparar el Comedor La Griselda, que se encuentra ubicado a pocos metros de la iglesia del paraje El Alfarcito, muy cerca de la ruta nacional 51, en dirección a San Antonio de los Cobres y a unos 80 kilómetros de la ciudad de Salta capital.
Se trata de un histórico comedor, propiedad de una humilde familia de la Quebrada, que había cerrado sus puertas a causa del deterioro del local y la imposibilidad de repararlo.
Es así que los responsables de la fundación organizaron y lanzaron una campaña solidaria para lograr restaurar el lugar a nuevo y ponerlo una vez más en funcionamiento.
Las tareas encaradas por los voluntarios de la Fundación incluyeron la refacción de muebles (mesas, sillas y bancos), el mejoramiento del parquizado de la nueva entrada, la reparación y pintura de las añejas paredes externas de adobe y la decoración del patio interno del local.
El grupo se subdividió en equipos para poder concretar cada actividad y se fueron turnando para llevar adelante la obra de manera integral.
Aquel pollo al horno
A la hora del descanso, Griselda les preparó su famoso plato, un delicioso pollo casero al horno, con papas doradas, hecho en su cocina a leña, aquella que hace recordar a las de la nuestras abuelas, esas que llamábamos las económicas y que en algunas casas de antes servían también para brindar agua caliente si se le adosaba una correspondiente serpentina que llegara hasta el cuarto de baño. Gracias a la iniciativa del voluntariado, el Comedor La Griselda se ve flamante y ya reabrió sus puertas al público.
En los próximos meses se prevé continuar con las refacciones, respetando su interior ya que cuenta con fotos y testimonios dejados por los turistas y viajantes desde hace ya muchos años, agregando una interesante historia al lugar, que hasta hoy se conserva intacto.
Desde la ONG agradecieron la colaboración de los voluntarios y salteños que aportaron los materiales necesarios para concretar la obra.
Comida casera y saludable
"El tipo de comida es casera, de un sabor delicioso que le da la cocina a leña y las manos de una legendaria cocinera que lo hace a la vieja usanza, como la comida de las abuelas. Nuevamente los viajeros podrán deleitarse con esos platos típicos y los turistas probarán la cocina del lugar", contaron desde la Fundación.
El Comedor La Griselda es un lugar histórico de la Quebrada y el único sostén de una familia que se veía imposibilitada de arreglarlo para reabrir sus puertas. Gracias a la solidaridad de los salteños, ya se encuentra funcionando nuevamente.
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