Los cuestionamientos ambientales formaron parte de los reclamos de algunas personas para que lo cierren. Ahora hay peligro de pérdida de la fuente laboral y de inversiones importantes.
Mientras este martes se cumplió el plazo judicial para el retiro de 4 mil animales porcinos de una chanchería industrial ubicada en la zona rural de paraje Cámara, en Campo Quijano, ante la posibilidad de contaminación ambiental, la empresa responsable de estas instalaciones industriales aseguró que no contamina, argumentando procesos avalados por el Senasa y la estándares nacionales que la ubican entre las cinco granjas modelos más importantes de país.
La comuna de Campo Quijano, haciendo valer su autonomía en materia administrativa, confirmó su inhabilitación, mientras que la Justicia por medio de la fiscalía de Rosario de Lerma, a cargo del Dr. Gustavo Torres Rubelt, y el juzgado de Garantías Nº 6, de la Dra. Espeche, ordenaron como medida judicial la clausura del predio y la remoción de los cerdos en pie, atento a la falta de certificado de aptitud ambiental, a que la gestión de residuos sólidos (animales muertos) no es el apropiado y, particularmente, por la generación de residuos peligrosos y falta de impermeabilización de lagunas.
De acuerdo a este informe del CIF (Centro de Investigaciones Fiscales) del área de ingeniería y química forense, los elementos volátiles se encuentran a una distancia de 40 metros de un arroyo que cruza la zona y a 230 metros de la escuela primaria. Precisamente, en este establecimiento primario, existe un pozo de abastecimiento de agua con una profundidad de 100 metros, el cual podría estar contaminado.
Sin embargo, esta opción llamativamente es descartada por la directora de la escuela rural y la supervisora de Educativa de la zona. "No contamina esta planta, sentimos olores en la mañana y nada más. Esta planta genera recursos para la zona. No veo que nos perjudiquen como se señala en algunos medios. Nosotros tomamos el agua del pozo, y no hemos tenido problemas nunca. Su hubiera contaminado, los niños y los docentes tendríamos problemas de salud", contó Paula Coria, directora de la escuela República de Venezuela, quien estaba acompañada de Patricias DiPascuale, supervisora de núcleo, del Ministerio de Educación de Salta.
Apenas se cruza el camino, está el pozo de agua que abastece a la escuela. Desde fiscalía confirman que los estudios de los napas serán vitales para completar los análisis. "La mayoría de las inspecciones y estudios preliminares dan como resultados notables irregularidades de los procesos industriales de esta planta", espetó una fuente a El Tribuno.
La Municipalidad de Campo Quijano invalidó su funcionamiento porque pone en riesgo la salud de los niños de la escuela y porque no es el lugar para el funcionamiento industrial de una planta de este tipo. "Los lixiviados pueden llegar a las aguas profundas que abastecen a la escuela y el arroyo que desemboca en el Río Corralito en donde está la toma de agua para los vecinos de Rosario de Lerma", señaló Cornejo.
"Somos una planta modelo en el país. En este establecimiento sólo se cría y se engorda animales en pie y luego se los traslada para su faena a otro lugar. Hemos trabajado mucho para evitar estos problemas. Tenemos las instalaciones idóneas para este tipo de emprendimientos. No contaminamos", argumentó Enrique García Richard, propietario.
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