En asamblea, el Consejo del Pueblo Tastil decidió endurecer la protesta desde hoy. Es por el desalojo de la familia Martínez y la quita de la vivienda de Santos Colque.
Los integrantes del Consejo del Pueblo Tastil en cuya estructura convergen 14 comunidades de pueblos originarios de la Quebrada del Toro y parajes precordilleranos del departamento Rosario de Lerma, se constituyeron en asamblea permanente con el objetivo inmediato de realizar cortes esporádicos del tránsito a la largo de esta región desde este lunes, según informaron ayer.
El motivo es la falta de respuestas por el desalojo de la familia Martínez, en la zona de El Alisal, a unos 10 kilómetros de Campo Quijano, en un conflicto por tenencias de tierras con un reclamante de apellido Usandivaras, cuya petición judicial logró una aprobación viciada de nulidad, emanada el martes 13 del corriente.
En la misma se ordenaba el desalojo de esas tierras de un tal Enrique Martínez, cuya existencia física nadie conoce. Sin embargo, el proceso judicial avanzó sobre Irene Martínez, moradora de varias décadas, y con papeles que acreditan que pertenece a la comunidad de puesteros originarios de la Quebrada del Toro.
"No tenemos tranquilidad"
"Todo está mal en este episodio que deja sin su vivienda y pertenencias a la familia Martínez. Una resolución emitida en forma incorrecta. Como no es el primer atropello sobre nuestros hermanos en estos meses, y sin tener respuestas que traigan tranquilidad y pacificación en esta zona, hemos decidido realizar cortes de la ruta nacional 51 en forma pacífica, es la única manera de ser escuchados", advirtió Evaristo Barboza integrante del Consejo del Pueblo Tastil.
Los ánimos se caldearon en estas horas del fin de semana porque otro lugareño, don Santos Colque, sin que medie orden de desalojo alguna, fue obligado a desprenderse de su parcela y sus pertenencias, porque vive a metros de la familia desalojada con aquella orden judicial.
"No me dejan pasar a mi puesto. No hay ninguna orden para sacarme, pero parece que el que está a cargo de la administración de estas tierras, llamó a la policía y advirtió que yo también soy usurpador. La policía le hizo caso a este señor, y no me dejan entrar a mi puesto", contó Santos a El Tribuno.
Llevan 117 años ahí
Colque acreditó que su familia lleva 117 años en el lugar: "Mi abuela nació acá en el año 1901, mi padres y mis hijos nacieron en este pedacito de tierra. No entiendo por qué hacen esto conmigo", sintetizó el hombre, que tiene 63 años.
Al parecer, quienes reclaman estas tierras, en su mayoría cerros de altas cumbres, iniciaron un proceso de actualización de bienes para darles usufructo. Esto llevó a esta instancia de desalojos de puesteros, sin tener en cuenta las identidades reales ni que están arraigados desde hace más un siglo en estas tierras cuya superficie es grande, pero cuyas parcelas productivas son mínimas.
En el caso de estas tierras, que fueron recuperadas al cerro por las manos laboriosas de estas familias, no tenían agua. Dejaron que la naturaleza se la proveyera elaborando una captación en un cerro por donde corre un pequeño chorro de agua. El sitio reclamado, de unos 2.000 metros de largo por 400 de ancho, hoy es un vergel que resalta en la falda del cerro. Allí, el Pueblo Tastil levantó una carpa y está en asamblea.
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