Al menos una docena de cortes se produjeron ayer en la ruta nacional 51 a lo largo de la zona de la Quebrada del Toro, Alfarcito, Santa Rosa de Tastil, Las Cuevas y zonas de la precordillera adentro, como El Rosal y Pascha.
En este último paraje, los lugareños estaban hasta anoche aislados y sin agua para el consumo.
Además, no había certezas de lesionados o daños materiales alcanzados por los aludes y deslizamientos de tierra debido a la falta de comunicación que tienen esas zonas con los centros urbanos del Valle de Lerma.
Gendarmería Nacional con asiento en San Antonio de los Cobres, conjuntamente con la Dirección de Vialidad Nacional habían informado que el restablecimiento del tramo de este camino internacional era dificultoso e intransitable en varios sectores.
Poca información
Aunque la maquinaria vial comenzó a despejar algunos sectores, la acumulación de sedimento y las lluvias persistentes obligaban a cortar el tránsito de manera esporádica y, por la tarde, faltaba información oficial sobre el estado de las rutas nacionales.
En apenas 7 kilómetros desde Campo Quijano, en el paraje El Alisal, hubo tres cortes por bajada de arroyos de las altas cumbres y la ruta estaba intransitable. Más adelante, en Chorrillos, había otro corte significativo, y el paraje El Alfarcito, donde está el centro Eclesial del padre Chifri, se salvó de ser afectado por la crecida del río Huaicondo que desbordó y llegó hasta la ruta.
Frente a este paraje se desataron dos aludes de altura y bajaron por las laderas de los cerros sin causar daños a los pobladores. Las tierras ocupadas para las arvejas y las papas andinas quedaron tapadas de barro, piedras y agua.
En Santa Rosa de Tastil, hasta Las Cuevas en el límite con San Antonio de los Cobres, aludes de lodo bajaron por lo menos en cinco sectores de mucha circulación de la ruta nacional 51. "Hacia la zona de Puerta de Tastil ingresó una masa de barro impresionante que llegó hasta la ruta nacional. Había varios vehículos varados. El alud era arcilloso y no dejaba pasar a nadie. Había cortes con un metro de profundidad, ahí los camiones no se animaban a pasar", informó el cura Walter Medina a El Tribuno.
El religioso se mostró preocupado por la situación en la zona como consecuencia de las lluvias, y advirtió: "Hay gente de la que no tenemos noticias".
Hacia San Bernardo de las Zorras, Chañi, El Rosal y Pascha, los caminos están desdibujados por los aludes. Algunos bajaron con mayor volumen que otros.
Con esas zonas es muy difícil la comunicación por la falta de radios.
"La gente se comunica vía internet desde algunas escuelas que dejan encendidos los equipos de wifi. Nunca llegaron los aparatos de radio prometidos el año pasado cuando quedaron aislados los pobladores del paraje El Toro", reclamó Manolo Copa, uno de los representantes de las comunidades de la Quebrada del Toro y alrededores.
"Ahora (por ayer) estamos saliendo en una camioneta para la zona a ver a nuestra gente. Nadie tiene la certeza de cómo están, y los daños sufridos", advirtió Copa.
La Municipalidad de Campo Quijano envió, personal obrero para ayudar en el despeje de acequias, hacia el paraje pascha, y en el día de ayer una comitiva de funcionarios, llego para hacer un revelamiento de la situación y con ayuda a los distintos parajes.
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