Entre dimes y diretes, los ediles intentan por todo los medios manejar un presupuesto propio. Como no hay dinero presupuestado para tal fin, alcanzaría solo para sus salarios.
El trabajo ad honorem de los concejales de Campo Quijano podría llegar a su fin tras los insistentes pedidos al Ejecutivo municipal de manejar un presupuesto propio y sus dietas. Desde el municipio le dieron el visto bueno a esa posibilidad, pero recordaron que "primero se debe derogar la ordenanza que establece su trabajo sin goce de sueldos".
El hecho de no cobrar una dieta ha sido la comidilla en este año y medio de gestión de los concejales. Algunos solicitaron un presupuesto de 3 millones de pesos anuales para el Concejo, y por aparte el pago de las dietas. Otro pedido llegó del actual presidente del cuerpo deliberativo, Lino Yonar, pidiendo el pago de este presupuesto estipulado con la nueva ley de municipalidades 8126 del 3% del total del presupuesto municipal, incluido el sueldo de los concejales.
Ni una ni la otra tuvo eco. La razón argumentada es sencilla: el presupuesto 2109 de la comuna fue enviado para su tratamiento en noviembre del año pasado. Y la Ley 8.126 fue promulgada por el Ejecutivo provincial en febrero. El intendente de Campo Quijano, Manuel Cornejo, explicó que "jurídicamente no corresponde para este año la aplicación de la nueva ley. No hay posibilidad jurídica para discutirlo".
Las reuniones entre los ediles y el intendente ahora son llevaderas. Los ediles han planteado situaciones de los vecinos, el trabajo de la gestión en el contexto de crisis económica reinante, y lógicamente la situación del cobro de los ediles por su trabajo.
"Trabajan ad honorem por una ordenanza que se aprobó en el año 2017 con el Concejo Deliberante anterior. No fue iniciativa de este Ejecutivo. De todas formas estamos hablando con los ediles por este tema. Se debe aclarar que son dos cosas distintas. Entiendo que el 3% que nos dice la nueva Ley 8.126 es para el presupuesto del año que viene", acotó el jefe comunal.
Hecha la ley, hecha la trampa, dice el refrán popular. Los actuales ediles buscan cobrar su trabajo desde que asumieron en diciembre del 2017. Pero se dieron con la ordenanza presentada como un ejemplo en el país, cuyo espíritu resalta de trabajar sin goce de sueldo habida cuenta del momento económico de la población. Como ese período de crisis económico persiste, el patriotismo quedó al margen.
"Así no se puede vivir", argumentan algunos y otros señalan que "debo trabajar en la Puna y después venir como puedo al Concejo". También hay quienes mandan intimaciones jurídicas a la comuna para intentar cobrar los meses trabajados como ediles.
Apenas surgió el cambio de ley administrativa jurídica para los municipios sin carta orgánica en la provincia, el Concejo vio una luz de esperanza para sus correspondientes remuneraciones.
“Ya pasó el tiempo”
“Nosotros presentamos el presupuesto como establecía la vieja Ley 1.349 en noviembre del año pasado; no fue tratado por el Concejo en su momento así que si vamos a la parte jurídica estrictamente, el 3% regiría para el 2020.
Lo que sí intentamos acordar son las dietas. El Concejo puede tener su postura pero quien dictamina el presupuesto es el municipio y ya lo hicimos. El momento de discutirlo era en noviembre y ese momento ya feneció jurídicamente”, aseguró Cornejo.
Sentenció que “además no estamos en condiciones de pagar ese presupuesto porque no fue previsto. No existía la obligación en ese momento y aparte hubo un gran cambio con el aumento que se dio a los empleados municipales”, expresó el jefe comunal.
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