La tumba de padre Chifri se salvó de ser arrasada. Unas 60 familias sufrieron serios daños en sus viviendas. Hay un gran temor entre los pobladores la quebrada del Toro por las lluvias que continúan.
Los parajes El Alfarcito, Gobernador Solá, El Gólgota, El Candado, y El Alisal quedaron incomunicados durante varias horas por las fuertes correntadas de barro, piedras y troncos que bajaron de manera estrepitosa de las altas cumbres de la quebrada del Toro.
Los que parecían tranquilos arroyos, en pocas horas se transformaron en aludes que arrastraban todo a su paso.
Unas 60 familias de distintos parajes sufrieron daños importantes en sus viviendas de adobe. El colegio de alta montaña estuvo a punto de ser arrastrado por la crecida del arroyo Tastil y el santuario donde descansan los restos del padre Chifri se salvó de milagro.
Es que las lluvias no dan tregua. Entre el jueves y el viernes pasado hubo una docena de cortes en la ruta nacional 51.
Si bien los caminos están transitables con precaución, el alerta meteorológico continúa en una región en la que la geografía se torna traicionera en esta época del año.
El panorama en El Alfarcito
Los daños en el paraje El Alfarcito son numerosos. El puente que permite cruzar hacia la capilla donde descansan los restos del padre Chifri fue dañado por un alud.
"El agua y el barro bajaron con todo. Menos mal que no murió nadie. Los animales estaban protegidos en los corrales, pero el barro cubrió la ruta y los arroyos quedaron tapados. No tenemos agua para consumir. Por suerte, nos asistieron el fin de semana", contaron los pobladores.
"El alud casi se lleva puesto el colegio secundario, que corre peligro si continúan los aludes. Sigue lloviendo en los cerros y la situación es alarmante", dijo uno de los integrantes de la familia Barboza, que vive en la zona.
Si bien la capilla no sufrió los embates de los anegamientos, los techos de paja y barro quedaron muy deteriorados y con numerosas goteras.
El centro de artesanos corrió la misma suerte. "Por fortuna, el santuario está más elevado que el resto de las construcciones, como las aulas del colegio y el albergue. Por ahí pasó el alud", dijeron los vecinos.
Por su parte, el puente que une la ruta nacional 51 quedó dañado y tapado de barro y ramas.
Las topadoras de la empresa encargada del mantenimiento del camino internacional lograron despejar el sector en estas últimas horas.
Vecinos alertas
Las lluvias no han cesado en esta geografía de montaña. Los arroyos y ríos bajan estrepitosamente hacia la parte baja de la quebrada del Toro.
Esta situación ocasiona que el río Toro en la parte baja de la cuenca traiga mucho caudal.
Hasta el cierre de la presente edición, desde Defensa Civil no se había emitido ningún alerta a la población por la crecida de los ríos de montaña en esta zona del Valle de Lerma.
Una de las principales preocupaciones en estos momentos es la falta de agua potable para consumo humano y para los animales.
Los arroyos fueron tapados por el barro.
Si bien el camino está despejado, recomiendan mucha precaución para el tránsito.
"El que no conoce y se aventura a circular por esta zona está corriendo mucho riesgo. Se están produciendo derrumbes y deslaves continuamente. Estamos advirtiendo a la población, sobre todo a los turistas", graficaron desde la subcomisaría de la localidad de Campo Quijano.
Fuente: Diario El Tribuno
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