jueves, 30 de noviembre de 2017

"Padre Chifri", el nombre de un puente

La importante obra de 400 metros sobre el río Toro, en El Candado, fue bautizado el nombre del sacerdote.

La Quebrada del Toro fue destino para el padre Sigfrido Moroder. "Chifri" eligió esta región para edificar oportunidades. Tal vez porque ahí el campo parece infinito y uno se imagina la regla perfecta de la naturaleza en la composición de árboles, cerros y valles. Tal vez porque ahí el silencio es el alma de un paisaje a veces adverso, cuando el frío castiga el cuerpo como una daga; y otras veces amigable, cuando el sol entibia el viento de todas las horas. Creó prosperidad. Afirmó la identidad. Evitó el desarraigo. Fue abrazo y fue puente. Por eso cobra tanto significado que un importante puente de 400 metros sobre el río El Candado, en la ruta Nacional 51, fuera bautizado recientemente con su nombre.

Se trata de una obra fantástica desde lo paisajístico y estructural. El puente surge apenas el recorrido pasa por la zona conocida como El Alisal. Tiene 10 metros de ancho con lozas que descansan sobre columnas de 2 metros de diámetro y una longitud variable de entre 6 y 12 metros. Es una obra emblemática que ya se conoce como el puente de las nubes y que tiene una importancia radical para la comunicación con Chile y para la comunicación entre las comunidades de la región que muchas veces quedaron aisladas por cuestiones climáticas antes de su existencia.

Paradójicamente, el Padre Chifri, cuyo nombre lleva ahora este puente, mientras vivió fue un puente humano capaz de unir a las 25 localidades alejadas unas de otras, con vecinos dispersos a más de 6 horas a pie o a lomo de mula, que soportan condiciones climáticas hostiles. Chifri pudo ver el corazón de los hijos de los cerros y entendió el ferviente deseo que tenían de preservar su cultura y modo de vida. Quiso acompañarlos y su misión fue luchar para que no precisen emigrar. Contagió solidaridad y cosechó voluntades que se abrazaron a todas sus iniciativas misioneras, para llevar adelante un ilimitado plan de oportunidades para los olvidados vecinos del Toro.

El Mollar, El Gólgota, Gobernador Solá, El Alfarcito, Santa Rosa, Las Cuevas, Pascha, Potrero de Uriburu, San Bernardo de las Zorras, El Rosal, Potrero de Chañi, Finca El Toro, Palomar, El Cruce, El Manzano, Cerro Negro del Tirao, Cerro Negro de Tejada y Las Mesadas, celebran esta imposición de nombre a un puente que honra al ángel que los rescató de la in diferencia.

Más comunicación: otro sueño cumplido 

Con la concreción de este puente en la Quebrada del Toro, otro sueño de Chifri se cumple y danza con los cerros su hermandad, entre sábanas de viento fresco. “Será muy lindo transitar por semejante obra, un puente de 400 metros sobre el río Toro, en el paraje El Candado, y ver el nombre de nuestro querido Padre Chifri, quien hubiese sentido una alegría inmensa por lo que esta obra representa para las comunidades de los cerros. Siento un orgullo grande por este logro, por el reconocimiento”, expresó Daniel Canónica, quien fue un entrañable amigo del sacerdote y actualmente es presidente de la Fundación Alfarcito. 

El puente fue inaugurado los primeros días de octubre pasado en El Candado, sobre la ruta 51, que es parte del corredor bioceánico a través del paso de Sico. El viaducto del paraje El Candado, con sus 382 metros de largo, está terminado y sortea el cruce del río Toro y las numerosas laderas de cerros, donde antes se interrumpía el tránsito por los constantes derrumbes.

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