viernes, 5 de junio de 2015

ALLÁ EN EL CERRO... SOLAS Y AMENAZADAS

No existe acceso a los derechos básicos ni seguridad posible en el aislamiento de las serranías lejanas, donde los paisajes son hermosos pero las realidades son duras y la violencia, también presente, entra en los hogares para convertirlos en un infierno.

El martes pasado a pocos kilómetros del paraje Las Cuevas, en el cerro Lari Grande, una mujer y sus hijos debieron ser rescatados de la ira de un hombre, que los amenazó de tal manera que una de las niñas escapó aterrada a pedir auxilio policial para su madre. Gracias a la providencia -porque era imposible que los azules llegaran con prontitud- el sujeto no llegó a lesionar a su familia, y fue demorado por los efectivos policiales cuando llegaron al lugar; distante a más de 130 kilómetros de la comisaría de Campo Quijano. 

Trasladados todos al pueblo, se les realizó una revisión médica para descartar daños físicos y la mujer radicó la denuncia, indicando que no era la primera vez que sufría violencia verbal y psicológica por parte de su esposo. Sin embargo, el juzgado de familia sólo notificó al hombre que debe "abstenerse" de acciones violentas, ya que "si incurre de nuevo" sería detenido.

Con esta sola recomendación, el grupo familiar fue libre (si cabe la palabra) de regresar a su hogar en la desolación, la quietud y -para los más indefensos- el peligro...

Fuente: La llave del Portal

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