En la segunda parte del sondeo de opinión que publica El Tribuno, aparece una tendencia que claramente diferencia las preocupaciones entre los capitalinos y la gente del resto de la provincia aunque, fuera de las prioridades, los temas preocupantes siempre resultan comunes a todos los salteños.
El lunes pasado El Tribuno publicó un sondeo de opinión en Salta capital, donde la inseguridad resultó el punto de mayor reclamo hacia las autoridades.
Esa misma encuesta se trasladó en esta oportunidad al interior provincial a través de las agencias de noticias que este medio tiene en las principales ciudades.
Los resultados obtenidos destacan un factor común entre el desempleo y los problemas para acceder a una vivienda. Muchos opinaron que con un buen plan de construcción de viviendas en Salta se solucionarían ambos problemas.
La vivienda aparece como tema prioritario en zonas del Valle de Lerma, próximas a la Capital, donde un fenómeno se hace cada vez más notable: mucha gente elige ciudades cercanas como Quijano, Cerrillos o Rosario de Lerma como opción de alquiler debido a los altos costos que existen en Capital. Al aumentar la demanda, el déficit se profundiza y el costo de los terrenos para la construcción se dispara.
La poca industrialización es otro factor que preocupa y está directamente relacionado a la escasa demanda de mano de obra.
Vivienda, seguridad y empleo son las principales preocupaciones de una gran parte de los habitantes del Valle de Lerma.
Para explicar el primero de los fenómenos es necesario tener en cuenta el notable crecimiento poblacional que sufrieron en los últimos años cada una de sus localidades, provocado, entre otras cosas, por la cercanía con Salta capital que extendió su periferia hacia otras jurisdicciones, y de las corrientes migratorias de capitalinos hacia el interior, fundamentalmente en busca de alquileres más accesibles.
Sólo basta señalar que en el caso de La Caldera, el último censo registró un crecimiento poblacional del 37,29% y de Cerrillos, que tuvo una variación del 35,17%.
A ello hay que sumar que la tierra, por la escasez y el tipo de cultivo que se desarrolla en la zona -el tabaco-, llevaron los precios a valores muy elevados, llegando a cotizar la hectárea hasta 300.000 pesos.
Esta situación complica la localización de predios destinados a loteos o viviendas.
Este conjunto de factores originaron una nueva modalidad: la ampliación de la vivienda familiar. Ante la imposibilidad de muchos jóvenes de acceder a una vivienda o hacer frente a costosos alquileres optan, junto a sus parejas e hijos, por continuar en sus casas paternas.
Generadores de empleo
En cuanto al empleo, la actividad tabacalera, el Estado y el comercio son las principales fuentes generadoras de mano de obra.
En el primer caso el movimiento es temporario, pero constituye una importante inyección de divisas en los mercados locales. Pasado este período, y a causa de una agricultura basada en el monocultivo y la falta de industrias, se hace notable la disminución del movimiento económico.
Le sigue en importancia el Estado, que a través de planes municipales de empleo y de la obra pública busca menguar a lo largo de todo el año el déficit laboral. Sin embargo esta situación, en general, compromete casi por completo las partidas que reciben los municipios por coparticipación, que son destinadas casi en su totalidad al pago de sueldos.
Al tratarse el Valle de Lerma de una región no industrializada, el comercio se ubicó de a poco en un lugar de relevancia y hoy se transformó en uno de los pilares que absorbe la mano de obra local.
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