Sigfrido se convirtió en el principal promotor del desarrollo de las comunidades de la Quebrada del Toro. Logró que 25 de ellas y las 18 escuelas de la zona se conecten y trabajen en red para beneficiarse mutuamente.
Su principal objetivo fue que las personas que viven en los cerros no tengan que emigrar para subsistir, sino que encuentren en su tierra los medios para desarrollarse. Con ese fin, Chifri inauguró el primer colegio polimodal de montaña, en el que se brinda educación orientada a la producción, el turismo y las artesanías. También se capacita a los alumnos en agricultura, utilización de invernaderos, envasado de alimentos y cría de llamas, hilado, telar, carpintería, trabajo en cuero y cardón.
Creó también un centro de artesanos, donde se vende la producción local sin intermediarios. Instaló invernaderos y gestionó comedores para las escuelas, a las que acuden más de 650 alumnos.
“Me siento hermano de mis hermanos y trato de hacer todo el bien que está a mi alcance”, solía decir el sacerdote.
El paraje El Alfarcito se encuentra a la vera de la ruta 51, en Rosario de Lerma, a más de 2.800 metros sobre el nivel del mar.
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