sábado, 23 de noviembre de 2013

Dos años sin el padre Chifri

A las 7.30 se rezará el Rosario de la Aurora. A las 11 habrá una misa especial, oficiada por monseñor Cargnello.

“Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto. Por eso brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los rastrojos... Los que confían en El comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto a El en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos”. Sabiduría 3,6-9. Al cumplirse hoy dos años del fallecimiento del padre Chifri, se oficiará una misa especial en El Alfarcito, presidida por monseñor Mario Cargnello. Simultáneamente, en Buenos Aires, se celebrará otra misa.

Antes, a las 7.30, se rezará el Rosario de la Aurora y se procederá luego a un desayuno comunitario.

Anoche, desde las 21, hubo una vigilia de oración con las autoridades y los alumnos de El Alfarcito y, más tarde, un fogón con números musicales y juegos, entre otras actividades. La Fundación Alfarcito acompaña a 25 comunidades de los cerros y 18 escuelas primarias. Tiene como eje la educación y la capacitación, valorando la cultura de la región para promover el arraigo. En Alfarcito, a 82,5 kilómetros de Salta y a 2.800 de altura, fue construido el primer colegio en el cerro y para el cerro. Hoy estudian allí 130 alumnos. Los chicos de la primera promoción se encuentran ya en el cuarto año y se recibirán el año próximo. En las palabras de quienes conocieron al padre Chifri y vieron nacer esta obra siempre hay emoción.

Su historia ha modificado la historia de cientos de personas que disfrutan de la Fundación y de los miles que conocieron este gran gesto solidario.

Un gran legado
La Fundación está compuesta por voluntarios residentes en la Quebrada del Toro, en Salta Capital y las localidades salteñas de San Lorenzo, Rosario de Lerma y Campo Quijano. A su vez, cuenta con un staff de voluntarios en la ciudad de Buenos Aires, y algunos representantes en el exterior.

Además del consejo de administración y del consejo consultivo, constituidos puramente por personas residentes en Salta, cuenta con un consejo ejecutivo y personas que trabajan para la Fundación de forma remunerada.

Desde la empática atención a las necesidades y al sentir de las distintas comunidades de la región (escuelas, poblados, agrupaciones y familias) se promueve la participación de aportantes y quebradeños consustanciados con su misión y objetivos. Para el ejercicio de sus trabajos se necesita de donantes particulares y empresas comprometidas con este proyecto.

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