Murió en la ruta y nunca rescataron su cuerpo. En 2012 un juez opinó que buscar el cadáver sería una “profanación”.
Hoy se cumplen cuatro años desde el día en que un alud sepultó en la ruta 51 a Carlos Medina, un camionero que transportaba minerales. Nunca se recuperaron sus restos y en 2012 un juez consideró que sería una “profanación” sacar su cuerpo del lugar en donde quedó.
Carlos Medina volvía Salta Capital desde la Puna con una carga de litio cuando una avalancha de tierra lo tapó, cerca del paraje El Alisal. Testigos relataron que el conductor quedó atrapado por el desmoronamiento, adentro de su vehículo, pero las fuerzas de seguridad nunca encontraron el cadáver.
Beatriz Rocha, la viuda de Medina, inició acciones judiciales para que reiniciaran la búsqueda del cuerpo, que se abandonó en 2010, y para que le entregaran un resarcimiento por los daños morales.
Pero en 2012 la Cámara de Apelaciones del Trabajo rechazó el pedido de la mujer. Uno de los jueces que tomó esta decisión, Alvaro Figueroa, argumentó: “A raíz del alud, el cerro se convirtió en su tumba y, autorizar la remoción de tierra hasta dar con lo que quede del cuerpo, implicaría una profanación que no estoy dispuesto a avalar”. El magistrado manifestó además que sería una “contradicción” desenterrarlo para volver a enterrarlo en un cementerio.
Pedido de Justicia
Beatriz Rocha, la viuda de Carlos Medina, pidió justicia al cumplirse cuatro años desde el alud que sepultó a su esposo.
“No hubo ningún avance en todo este tiempo. Su cuerpo sigue ahí. Nunca lo sacaron”, dijo Beatriz a El Tribuno.
La mujer reclama que le entreguen los restos y que le paguen un resarcimiento por el daño moral. La causa debe llegar a una resolución final en la Justicia Laboral.
Rocha relató además que vive de una pensión que cobra desde la muerte de Medina, pero que apenas le alcanza para gastos básicos.
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