La ministra de Derechos Humanos, Marianela Cansino se reunió con el padre Carlos Gamboa del Arzobispado de Salta, con el fin de ultimar detalles de la inauguración el próximo 6 de diciembre del Centro de recuperación de jóvenes con consumos problemáticos en Potrero de Linares.
La ministra de Derechos Humanos, Marianela Cansino se reunió con el padre Carlos Gamboa del Arzobispado de Salta, con el fin de ultimar detalles para la apertura del Centro de recuperación de jóvenes con consumos problemáticos que se inaugurará el próximo 6 de diciembre en la ex Colonia Lozano en Potrero de Linares, Rosario de Lerma.
El proyecto Fazenda la Esperanza tiene como misión la inclusión social de jóvenes que atravesaron situaciones de consumo problemático drogas y adicciones. El Centro llevará el nombre de "Papa Benito XVI" y será el número 100 en el mundo y el noveno del país. Inicialmente albergará a 16 jóvenes de 15 años en adelante, luego, a medida que vaya ampliando su capacidad, podrá contener hasta cien personas. El equipo terapéutico estará a cargo de Domicio Queiroz, un adicto recuperado, y contará con la guía espiritual del padre Carlos Gamboa.
En la oportunidad, Cansino resaltó la importancia de trabajar articuladamente con todas las organizaciones de la sociedad civil en el abordaje de esta problemática de adicciones tan compleja y multicausal. La funcionaria agregó que desde el Ministerio que conduce, se busca dar una mirada más inclusiva, en vista de que se trata de una problemática de carácter social, que nos involucra a todos.
El proyecto Fazenda de la Esperanza que se implementará en Potrero de Linares tiene su origen en San Pablo, Brasil en 1983 y cuenta con antecedentes de trabajos realizados en las granjas instaladas en Córdoba, La Rioja, Tucumán y Buenos Aires. Es una asociación que trabaja con voluntarios y profesionales (médicos, psicólogos y trabajadores sociales), quienes acompañan en todo el proceso a los jóvenes en rehabilitación.
En las fazendas se recibe a jóvenes que desean rehabilitarse del consumo de drogas y el alcohol, fomentando uno de los pilares de la organización que exige que vivan de su propio trabajo como fuente de auto-estima y auto-sustento.
En ese contexto, en los centros se brinda formación en el diseño de viviendas para familias de escasos recursos, viveros, reciclado de residuos inorgánicos, material multimedial para radio, televisión, periódicos y producciones propias en CD y DVD, entre otros, además de asistencia sanitaria y dental.
El éxito obtenido en la recuperación de los jóvenes hizo que Fazenda de la Esperanza creciera, llegando a 26 centros masculinos y 11 femeninos en Brasil, dos en Alemania, 2 en Guatemala, 1 en Rusia, 3 en Argentina, 1 en Paraguay, 1 en México, 1 en Italia, 1 en Filipinas y 1 en Mozambique.
Cabe destacar que el Gobierno de la provincia de Salta y el Arzobispado salteño firmó en septiembre pasado un convenio de donación de las 130 hectáreas donde funcionará el centro de recuperación.
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