En la mañana de ayer se inauguró una nueva unidad de servicio de la Asociación Fazenda da Esperanza, en el predio de finca Potrero de Linares, donde supo funcionar precariamente la colonia de enfermos psiquiátricos Dr. Nicolás Lozano. La comunidad terapéutica está destinada a personas que decidan abandonar el consumo de drogas y alcohol, de entre 15 y 45 años, y será dirigida por Domicio Queiroz, ex adicto recuperado, y el presbítero del arzobispado de Salta Carlos Gamboa.
Si bien se refaccionó uno de los edificios del abandonado predio -la casita donde se alojarán los primeros ingresantes- es evidente que la tarea recién comienza, al menos en infraestructura. De hecho, las viejas instalaciones del “loquero” permanecen aún derruidas; con los graffitis testimonio de la estadía de pacientes, los daños prueba del saqueo (robaron lavatorios, luces, puertas y ventanas) y rastros de que hubo personas acampando adentro con fogatas.
Según lo informado por el arzobispado de Salta, autoridades de gobierno y miembros de Fazenda presentes en la inauguración, la idea es albergar en un comienzo 16 pacientes (por ahora hay dos) y las refacciones en la vieja colonia la realizarán los mismos internados, que además pagarán su estadía (con un importe colaborativo). No habrá personal de seguridad, ya que recuperarse es decisión propia de cada adicto y el tratamiento deposita toda su fé en esta decisión; recibirán acompañamiento y guía espiritual sólo por personal voluntario de Fazenda da Esperanza, todos ellos ex consumidores que lograron recuperarse y hoy ayudan a los demás.
Una vez refaccionado el ex psiquiátrico, el centro de rehabilitación bautizado Benedicto XVI podría albergar a cien personas, y el proyecto contempla construir otras cabañas en el predio que fue cedido mediante convenio por un plazo de 99 años. Tiempo y espacio, les sobra…
Fuente: La Llave del Portal
No hay comentarios:
Publicar un comentario