El fuego en San Antonio dejó a vecinos con principio de asfixia. En cercanías de la ruta 36, en Rosario de Lerma, el viento originó llamas de varios metros.
El fuego intencional de los campos comienza a preocupar por los daños que ocasiona al ambiente y por los accidentes que puede causar.
Para la gente que vive en las zonas rurales un foco ígneo puede llegar a ser fatal si no te toman los recaudos necesarios.
Varias decenas de hectáreas de tierras quemadas, daños a la propiedad privada y heridos. Apenas comenzó el invierno los pastos secos son motivo de incendios en la zona comprendida entre La Silleta, Campo Quijano y Rosario de Lerma.
En la mayoría de los casos provocados por esa inexplicable costumbre de quemar pastos para conservar el equilibrio natural. Porque luego los pastos crecen con fuerza, dicen los criollos.
En estos tiempos estas acciones de bienaventuranza son perjudiciales y peligrosas para las zonas urbanas y rurales.
En dos semanas tres incendios causaron alarma en esta zona colmada de loteos habitacionales y campos sin siembra, con los yuyales del tamaño de un árbol y ningún tipo de cuidado. Una pequeña llama es suficiente para causar daños irreparables.
"Las llamas cambiaron de rumbo en pocos minutos, se quemó parte de la autobomba y estuvo a punto de llegar a un barrio populoso de la zona norte. Lo pudimos controlar, con el riesgo que eso implica. El fuego fue provocado por unos chicos que estaban jugando con fuego", resaltó Serafín Corregidor, jefe de Bomberos Voluntarios de Rosario de Lerma.
Pequeño fuego, gran incendio
Apenas cuatro hectáreas quemadas con una ubicación complicada. En medio de varios barrios, campos deportivos y la ruta provincial 36. "Ese sector es el elegido por los pirómanos y los criollos imprudentes. Pero también hay chicos que no son cuidados por sus padres. Queman los pastos por diversión" añadió el bombero.
Cerca de la ruta nacional 51
Los vientos hicieron lo suyo en la zona de San Antonio, en la jurisdicción de Campo Quijano, por la ruta nacional 51. El fuego del viernes tomó una vivienda y debieron ser socorridos varios vecinos por personal sanitario del hospital Francisco Herrera. Tres mayores y un menor sufrieron principios de asfixia.
El fuego comenzó por otra travesura. Pero también se sumó un vecino adulto que entendió que "había mucho pasto cubano en la zona". Ayudó a la quema intencional sin desparpajo y la cosa se puso seria en pocos minutos.
"Una casilla de madera estuvo a punto de incendiarse. Los moradores y vecinos por intentar sofocar el fuego sufrieron principios de asfixia. No resultaron heridos. Por el relato de los vecinos damnificados, pudo haber sido peor; las llamas eran difíciles de controlar", detallaron algunos vecinos atendidos en la guardia del nosocomio por la Dra. Nelly Silvestre, gerente del hospital de Quijano.
Por ahora no hay denuncias al respeto de los incendios de pastizales en la zona de Campo Quijano. La policía advirtió sobre los malintencionados y las travesuras de los pequeños sin control de los padres. "Puede ocurrir algo de gravedad si no tomamos conciencia", dijo el comisario en una radio local a manera de recomendación a los vecinos.
La ruta provincial 36
Apenas comenzó el fuego en los campos cercanos a la ruta 36, en Rosario de Lerma, la situación se complicó. El viento no ayudó para nada, el cambio inesperado del viento originó lengetas de llamas de varios metros. A pesar de que la policía advertía a los automovilistas, la imprudencia se hacía notar de inmediato. Los autos, sin importarles la densa humareda y el fuego se animaban a cruzar.
"Todo es imprudencia. Desde el chico sin control de los padres que quema los pastos hasta los automovilistas que cruzaban las densa humareda sin importarles nada. La policía detuvo el tránsito, pero algunos imprudentes igual se animaban a desafiar el humo y el fuego" contó el jefe de bomberos voluntarios de Rosario de Lerma.
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