Intendentes esperan la ayuda de la Gobernación para hacerle frente a la crisis. El aumento a los policías preocupa a las comunas. Hay paros y toma de edificios.
Varios intendentes salteños ven una sola salida: esperan fondos de la Provincia para hacer frente a la crisis. Mientras tanto los reclamos de los empleados municipales van en aumento; las protestas paralizan la actividad y son una amenaza para el liderazgo político en cada comuna.
Así está planteada la difícil situación en varias municipalidades, sobre todo en el Valle de Lerma, donde los líderes gremiales de ATE buscan ganar espacio en el terreno de las protestas diarias. Reclamos de actualización salarial y contratos dignos de trabajo es lo que piden.
Muchos de los afiliados a ATE salieron a cortar las rutas, reclamando una urgente renegociación paritaria, ya que el monto ofrecido en noviembre del año pasado del 25%, terminó por licuarse entre con los incrementos inflacionarios de los últimos meses.
Este aumento se está pagando en tres partes. En marzo ya cobraron la primera actualización de sueldos del 11%, pero se analiza que las otras subas apenas podrán contener la escalda de precios en la canasta de este año.
Los trabajadores exigen además un básico unificado de 1.800 pesos para todas las comunas y este reclamo va tomando fuerza día a día.
Las protestas se mantienen en Campo Quijano, donde tomaron la sede municipal. La ex escuela Agraria y la Casa de la Cultura funcionan, por estas horas, como improvisadas oficinas de atención a los vecinos.
Esta situación disparó el resto de los reclamos en el Valle de Lerma. Hay amenazas de corte de la ruta 51 si no encuentran respuesta a sus pedidos.
Otra situación similar se vive en Cerrillos, donde ayer unos 30 trabajadores cortaron la ruta 68.
Los trabajadores de ATE y SOEM, aseguraron que el martes se reunieron con el intendente Corimayo, de Cerrillos, quien aprobó el pedido. Sin embargo, luego les dijeron que no había posibilidades de pagar ese dinero. La medida continuará hasta tanto les den una solución.
En Moldes también siguen los reclamos y protestas.
Hasta ahora La Viña es el único municipio que acordó con los asalariados un aumento de 1.500 pesos no remunerativos y progresivos; los dos primeros meses cobrarán $750 y el tercer mes, estarán percibiendo el aumento completo.
En Capital, varias personas se encadenaron ayer a la mañana en el Centro Cívico Municipal en reclamo de contratos dignos de trabajo. Denunciaron ante el área de Hacienda que fueron despedidos de los natatorios municipales.
En Las Lajitas, en tanto, la protesta contra el intendente Fermani va en aumento. Además de los concejales, se plegaron vecinos de esa ciudad del departamento Anta que exigen la reincorporación de un empleado despedido. El conflicto lleva allí más de 10 días y ayer a última hora los manifestantes habían tomado la sede de la Oficina de Empleo.
El presidente del foro de intendentes de Salta, Sergio “Topo” Ramos, adelantó que “en invierno la van a pasar bastante mal los municipios porque están dando cosas que no tienen”. En este sentido adelantó que el pago de la alícuota del aumento a los policías se va a repartir entre todas las comunas, por lo cual habrá menos dinero disponible”.
Un conflicto político
Además de un conflicto financiero, la crisis en las comunas encierra otro problema de trasfondo político, muy serio para el oficialismo. La provincia no ha dado señas de que ayudará a las comunas, pese a que hay evidentes signos de que las protestas no van a cesar y lejos está una solución en lo inmediato. Es que ayudar a los municipios en esta instancia sería reconocer que el sistema de descentralización -el caballito de batalla del gobernador Juan Manuel Urtubey- demuestra que es insostenible. Será por eso que, como buen operador, al presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy, salió al ruedo y criticó a los intendentes. Y la respuesta no se hizo esperar en el “Topo” Ramos: “Godoy tiene incontinencia verbal, no sé si lo hace de buena fe o mala fe. El plantea que nosotros los intendentes tenemos dinero para hacer frente a estos reclamos salariales. Los municipios no sabemos cuánto vamos a recibir. Es incierta la situación por el momento. En vez de ayudar echa más leña al fuego”.