El salteño Chipi Figallo lo propuso y todos estuvieron de acuerdo. Ayer habló de este gran gesto con El Tribuno.
No cuesta nada imaginar cuán feliz sería el padre Chifri de ser testigo y partícipe de este gran gesto solidario. Tampoco cuesta imaginar cuánto lo serán los chicos del Alfarcito, cuando ese gesto se convierta en más obras para poder desarrollarse como deportistas o, simplemente, en espacios para jugar y pasar lindos momentos de aprendizaje juntos.
Esta es una de esas noticias que siempre quisiéramos dar. Los chicos de la selección argentina de rugby, Los Pumas, donaron $170 mil al Alfarcito. Las ganas de ayudar a una entidad benéfica nació del grupo, pero fue el salteño Juan “Chipi” Figallo, quien propuso que fuera esa fundación que se pierde entre los cerros y en la que cientos de niños reciben educación, la depositaria de esta idea y la acción concreta de ayudar. Y a lo grande.
El Chipi habló con El Tribuno. Ayer, durante una estadía en Salta que durará poco tiempo porque tiene que volver a los entrenamientos y a jugar, contó cómo fue que el anhelo de ayudar se concretó rápidamente.
Los Pumas fueron contratados para participar de una publicidad televisiva de una importante empresa de telefonía. Habían decidido que la plata que cobraran por ese trabajo la donarían a una entidad de bien público.
Una vez hecha, debían decidir cuál sería la institución elegida y el Chipi, que ya había colaborado con el Alfarcito anteriormente, la propuso al resto del equipo puma. “Cuando surgió esa idea a mí me surgió otra: hablé con Rodolfo (Lienemann) para que me diera unas carpetas del Alfarcito y poder así mostrarles a mis compañeros cómo trabaja y qué es lo que se hace en esta fundación, para entonces, a la hora de decidir a dónde llevar la plata, empujar un poquito por lo nuestro”, contó. Y todos dijeron que sí. “Por suerte los chicos se dieron cuenta de lo que está haciendo el Alfarcito y lo bien que hace a los chicos. Así nos terminamos de decidir”, contó Chipi.
No es la primera vez que el Chipi piensa en el Alfarcito. Hace unos meses él y Lionel Messi, donaron camisetas que se subastaron en beneficio de la fundación del padre Chifri. Pero quiso volver a ayudar.
“¿Qué es lo que más te conmueve de la historia del Alfarcito?”, preguntamos al puma salteño. “Que haya tanta gente que, no sin recibir porque sí reciben algo muy importante que es el amor de la gente y todo el cariño que te llena el alma, pero sí sin esperar nada a cambio, ayudan tanto y están siempre presentes para los chicos que necesitan y mucho”, expresó. “Destaco la motivación por llevarlos al deporte que es algo que los ayudará mucho en la vida como me ayudó a mí. El deporte te da valores y te enseña muchísimas cosas. Estar y poder ayudar, desde una acción por más pequeña que fuera, es mucho para ellos”, dijo.
Todos dicen gracias
No se les borra la sonrisa y las palabras de agradecimiento se hacen coro. Ana Virasoro, presidenta de la fundación, expresó: “Realmente estamos muy agradecidos a Los Pumas y a la presencia del Chipi, con todo lo que él hizo. Para nosotros este aporte significa mucho por lo que es el deporte para El Alfarcito. Todos sabemos que el padre Chifri era un deportista fanático, le gustaba el rugby y de ese deporte lo que más destacaba era sus valores. Lo que está diciendo Chipi es realmente lo que tratamos de transmitir a los chicos”.
Rodolfo Lienemann también agradeció en nombre de la fundación a todos Los Pumas y comentó que el dinero se va a usar para este gran proyecto educativo que es Alfarcito. “Lo principal es poder tomar como modelo los valores que tienen Los Pumas, lo que representan y poder transmitirle eso a los chicos. Tenemos el proyecto de construir un complejo deportivo, entre otros”, comentó.
Daniel Canónica, otro gran colaborador del Alfarcito, se mostró muy conmovido. “Esta es una demostración de cariño muy importante que viene de la mano de Chipito, en representación de Los Pumas. A eso hay que destacarlo, sin dudas”, dijo.
Ellos dicen gracias, en nombre de todos los que son parte del Alfarcito. “Nos une el anhelo de hacer el bien”, es la frase con la que se presenta al Alfarcito, cuando se habla de todo eso que ocurre desde que el padre Sigfrido Chifri Moroder puso sus pies y luego el alma, en ese lugar olvidado. Es también la frase que resume este nuevo vínculo entre un equipo de rugby que representa a un país -y lo enorgullece- y esta fundación.
En ambos extremos, la solidaridad como bandera.
El Alfarcito, por dentro
Fundación Alfarcito está compuesta por voluntarios residentes en la Quebrada del Toro, en Salta Capital y las localidades salteñas de San Lorenzo, Rosario de Lerma y Campo Quijano. A su vez, cuenta con un staff de voluntarios en la ciudad de Buenos Aires, y algunos representantes en el exterior.
El Colegio Secundario Albergue de Montaña El Alfarcito está emplazado en el km 78 de la ruta nacional 51, a 2.800 metros sobre el nivel del mar.
Alberga y educa, de manera absolutamente gratuita, a los egresados de las 18 escuelas primarias y a los adolescentes de las 26 comunidades diseminadas por los cerros del departamento de Rosario de Lerma.
Los estudiantes reciben todo lo necesario para su educación: alimentos, vestimenta, útiles escolares, medicamentos.
La misión de este colegio es favorecer el desarrollo humano y el arraigo definitivo de los jóvenes quebradeños en sus tierras originarias a través de una educación secundaria enfocada al despliegue de técnicas, habilidades y contenidos que sean oportunos para la región, preservando su identidad y cultura andino puneña.
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