Un auto sin control mató a dos personas y dejó seis heridos, entre ellos una beba de un año de edad. A la nena, hija de una de las víctimas fatales, le tuvieron que amputar el pulgar de su mano derecha.
La calurosa jornada de ayer se vio teñida de sangre cuando, a raíz de la negligencia y la falta de control, un automóvil que circulaba a gran velocidad por la ruta 51 ingresó arrasando todo a su paso al interior del camping municipal Juanillo López, derribando un alambrado olímpico perimetral y arrollando varias motocicletas, para finalmente impactar contra unas diez personas que se hallaban en el lugar compartiendo una asado criollo, amenizado con música y bebidas refrescantes.
El automóvil, un Fiat Uno color rojo, era conducido, según el informe policial, por Jorge Barrientos (31), con domicilio en Rosario de Lerma. El conductor llevaba como acompañante a un joven de 22 años que no fue identificado.
Ocho ambulancias del Samec y de distintos centros de salud fueron derivadas al lugar de la tragedia.
Personal de Bomberos rescató al conductor, que quedó atrapado en las alturas, ya que su automóvil terminó su alocada carrera sobre el vehículo de los veraneantes.
La ira, el dolor y la desesperación se apoderaron de más de un centenar de personas que habían elegido el camping de Quijano, por la belleza de sus paisajes, el verdor de su predio y las sombras de los añosos árboles.
Los heridos
El Tribuno fue testigo del desesperado reencuentro de familiares de las víctimas y los sobrevivientes.
La policía, que poco después arribó al predio, informó que las víctimas fueron identificadas como Ana Jurado, de 23 años, y su hermano Juan Cruz Jurado, de 24.
Tanto el conductor como su acompañante fueron derivados en código rojo hacia el hospital San Bernardo. Al cierre de esta edición, el primero no había recuperado la conciencia, aunque por disposición judicial se hallaba en calidad de detenido con consigna policial.
En tanto, la hija de un año y cinco meses de vida de Ana Jurado, Ambar Valentina, que se hallaba en sus brazos en el momento del accidente, fue asistida por personal médico que la estabilizó y la derivó hacia el Hospital Público Materno Infantil.
El accidente
A las 14, aproximadamente, el Fiat Uno patente LQJ 340, que circulaba a alta velocidad por la ruta 51, mordió la banquina a la altura del km 21, empezó a zigzaguear e ingresó al camping derribando todo a su paso y terminó incrustado contra un Renault 11 patente WZN 254.
“El auto venía a toda velocidad”, comentó un testigo.
“El auto paso por arriba de la pequeña tapia del camping. Agarró justo el montículo de tierra que hay en la ruta y pasó volando”, relató un vecino de la zona, que se encontraba impactado por el choque.
Las víctimas, hermanos entre sí, tenían residencia en barrio San José de la ciudad de Salta.
Algunos testigos aseguraron a El Tribuno que en el auto venían 4 personas, de las cuales dos quedaron lesionadas, en tanto otras dos se dieron a la fuga, hecho que fue desmentido una y otra vez por la policía.
Asimismo, en el incidente seis personas resultaron heridas.
El intendente de Campo Quijano, Manuel Cornejo, quien se hizo presente en el lugar de los hechos, se lamentó por el accidente y por las víctimas fatales, para pasar luego a valorar el accionar policial y de los Bomberos.
En cambio, más de un centenar de veraneantes, la mayoría gente humilde, fueron mucho más críticos con la situación y cargaron las culpas contra la escasa seguridad vial en rutas de la provincia y las permisivas leyes contra los conductores negligentes e irresponsables.
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