martes, 19 de agosto de 2014

Toman medidas por un caso de violencia escolar

La directora del colegio en el que una alumna golpeó de forma salvaje a otra advirtió sobre la indiferencia de los padres.

Tras el sonado caso de bullying ocurrido la semana pasada en un establecimiento educativo de Campo Quijano, donde una jovencita de 15 años golpeó salvajemente a una compañera de curso, luego de haberla amenazado por el Facebook, las autoridades del colegio N§ 5086 Jovanovic Usandivaras decidieron convocar a los padres de las alumnas involucradas, sancionaron a la chica agresora y la trasladaron a otro curso para evitar mayores y peores conse cuencias.

En este sentido, la directora del establecimiento Beatriz Carrizo reveló en una entrevista a El Tribuno las limitaciones del colegio para poder abordar y resolver estos casos de violencia que tomaron estado público la semana pasada. 

Señaló que los padres son los principales responsables de la intolerancia que manifiestan algunos adolescentes, intolerancia que luego se transforma en detonante de hechos de violencia.

"No puedo expulsar a la joven acusada por la agresión. En base a lo recabado por el personal directivo de la institución se decidió amonestarla. Debemos recuperar a estos adolescentes. Los responsables de estas situaciones son los padres. Muchas veces los problemas de los hogares hacen eclosión en la escuela. La violencia se puede prevenir cuando los padres advierten algún comportamiento extraño o cambios de hábitos en los hijos".

La directora fue más lejos y reveló: "La escuela carece de gabinete psicológico. Solicitamos un móvil itinerante, pero no está funcionando aún, ni siquiera tenemos espacios en el establecimiento para talleres o atención particular para padres. Aún esperamos dos aulas que figuran en el presupuesto provincial desde 2012. Son escasas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para resolver estos hechos de violencia".
Según Carrizo, con el personal docente del Jovanovic se realizan frecuentes talleres dirigidos a padres, pero "la cuestión social influye en la vida de cualquier adolescente. Ya tuvimos otros casos, dos la semana previa a este hecho. Dialogamos y contrarrestamos estas conductas a través del diálogo entre alumnos y padres. El último caso fue de mayor violencia y terminó en denuncias en la policía". 

La docente hizo hincapié particularmente en la creciente inseguridad fuera de la institución, evidente en el creciente abuso de drogas y la pertenencia a patotas. 

"Nunca hay un policía fuera de la escuela en los horarios de ingreso y las salidas. En solo tres cuadras funcionan una primaria, un secundario y una técnica. Todo el día hay alumnos en esta zona, lo que no vemos son patrullas o policías", aseveró.

"Hace poco se detuvo a un joven en la vereda del colegio con droga. No era alumno de la institución. Si se registran antecedentes de este tipo deben custodiar los colegios".

La inacción de las autoridades
Con respecto a los grupos violentos que deambulan libremente en la zona, la directora Beatriz Carrizo afirmó: "Hace poco tiempo varios integrantes de un grupo estaban golpeando a un chico en la vereda de enfrente de nuestro colegio. Nosotros intervenimos y llamamos urgente a la policía. Cuando llegaron, los efectivos no hicieron nada. Me contestaron que no podían demorar a menores de edad. Los agresores se fueron riéndose y todavía insultando a los docentes que salieron a evitar que golpearan al adolescente", afirmó con evidente preocupación.

La Justicia ya citó a los padres y a las alumnas que participaron en la agresión dentro del aula. Ahora deberán prestar declaración los alumnos testigos del hecho. Fueron citados con sus padres, habida cuenta de que son todos menores de edad.

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