lunes, 22 de septiembre de 2014

La Provincia cedió el inmueble de Potrero de Linares para la inclusión social de jóvenes

La casa de Potrero de Linares será recuperada para convertirse en un espacio inclusivo al servicio de los jóvenes con problemas de consumo y adicciones en los que se promueve la inclusión social a través del trabajo comunitario.

El proyecto Fazenda la Esperanza tiene como misión la inclusión social de jóvenes que atravesaron situaciones de consumo problemático drogas y adicciones. Fazenda la Esperanza se instalará en Salta para lo que la Provincia cedió en donación al Arzobispado el predio de Potrero Linares.

Este miércoles se firmó el convenio de donación de 130 hectáreas, rubricaron el documento el vicegobernador, Andrés Zottos, y el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello. También estuvo presente la ministra de Desarrollo Humano, Marianela Cansino.

Fazenda de la Esperanza es una asociación que trabaja con voluntarios y profesionales, acompañando en todo el proceso a los jóvenes en rehabilitación. En las fazendas se recibe a jóvenes que desean su inclusión social, por lo que la organización fomenta el autovalimiento para promover hábitos positivos y fortalecer su autoestima.

El proyecto que se implementará en Potrero de Linares tiene su origen en San Pablo, Brasil, en 1983. Cuenta con antecedentes en nuestro país en trabajos realizados en las granjas instaladas en Córdoba, La Rioja, Tucumán y Buenos Aires.

“Un compromiso que asumimos con el gobernador Juan Manuel Urtubey en 2007 es tomar al hombre como eje de toda actividad”, afirmó Zottos, y aclaró que “las obras son para el bien común y el progreso de los hombres”.

En ese marco destacó “la articulación, como herramienta que nos permitirá solucionar los problemas de la gente y en esto la iglesia tiene mucho que ver”. Agregó que “estamos involucrados en la lucha contra las drogas, no miramos hacia un costado y prueba de ello son leyes como la desfederalización o la construcción de centros de rehabilitación en Salta, Metán, Orán y San Lorenzo. Algo que destacamos de Fazenda de la Esperanza es el fomento de la autoestima y de la cultura del trabajo”, concluyó Zottos.

Por su parte, monseñor Cargnello dijo que en el año 2000 y de la mano del papa Juan Pablo II, “comenzamos a abordar el problema de la droga de frente y aunque se trate de una lucha sin cuartel de David contra Goliat, hay que librarla porque se trata de ayudar a seres humanos”.

Recordó que desde 2007, cuando el papa Benedicto XVI visitó Fazenda y basó una de sus encíclicas en la caridad de esta obra, la organización experimenta un notable crecimiento.

“Los responsables van a recuperar la casa de Potrero de Linares, para que sea un espacio de caridad al servicio de seres humanos que luchan”, explicó el prelado, y adelantó la apertura será en noviembre próximo.

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