Para empresarios y camioneros hay “riesgo de vida permanente”. Vialidad Nacional minimizó los reclamos por el trayecto.
Los camioneros dicen que algunos prefieren ir a la Puna por Jujuy a raíz del mal estado de la ruta 51. Vialidad lo niega.
Más allá de los perjuicios económicos y de los límites, los empresarios y camioneros sostienen que las condiciones de la ruta nacional 51, que va hacia Chile, implica constantes riesgos. Ayer Elías Cerezo, responsable de la Dirección de Vialidad Nacional en Salta (DNV), salió a contestar, minimizó los reclamos y sumó más polémica a una ruta vital para el desarrollo de la región y para la actividad minera.
Si bien la DNV realizó obras como las defensas en la variante sobre el lecho del río Toro y la recuperación de dos mil metros de la traza original, quienes utilizan ese camino regularmente afirman que hay sectores críticos.
“Hay dos factores en la ruta 51: uno económico y el más importante, el humano. Hay un riesgo de vida permanente. Aún tenemos un camionero sepultado por un derrumbe (en marzo de 2010) y todavía no lo podemos rescatar. Ni hablar de los accidentes”, expresó Diego Pestaña, presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta.
Jorge Guaymás, secretario general del Sindicato de Camioneros, dijo: “Todos sabemos que la ruta 51 es un desastre. A pesar de las distancias, hay camioneros que prefieren viajar por Jujuy para evitar riesgos”.
Desde hace décadas, los sectores productivos y el Gobierno de la Provincia insisten con los reclamos para que la Casa Rosada asigne un paquete de obras para que la ruta 51 sea segura y menos vulnerable a derrumbes y crecidas de los ríos.
En la edición de ayer, Facundo Huidobro, presidente de la Cámara de la Minería de Salta, había calificado a la ruta 51 como un cuello de botella para el desarrollo. Explicó que el costo de transporte y de producción se eleva un 30% por las demoras y por utilizar rutas jujeñas.
“Veo un progreso demasiado lento para las necesidades que hoy tiene la minería, el turismo y los pueblos de la Puna”, destacó Pestaña.
Además, coincidió en que genera un costo adicional la cantidad de cubiertas que se rompen por los caminos en mal estado, lo que aumenta los presupuestos de la logística.
Así, algunos transportistas de carga prefieren hacer 350 kilómetros más ir por Jama. “No tener certeza durante el año por la ruta 51, ya sea por los derrumbes o las crecidas del río es otro perjuicio”, agregó.
“Desde la Multisectorial le pedimos a la Nación, a través de la Provincia, no pensar en una gran obra y una única licitación. Por lo menos queremos que por año se liciten tramos de 10 a 15 kilómetros. Eso es mejor que no hacer nada”, indicó Pestaña.
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