Fue en memoria de las cuatro víctimas del siniestro vial ocurrido en enero pasado, en el Camping de Campo Quijano. La iniciativa es de los Padres de Víctimas de Conductores Ebrios e Irresponsables.
Ayer por la tarde, familiares y amigos estuvieron presentes en la pintada de las estrellas amarillas en la ruta 51 frente al camping.
Ámbar Valentina, de poco más de un año, pintaba la estrella amarilla de su mamá, Ana Belén Jurado. La niña salvó su vida de milagro cuando un automóvil descontrolado entró en el camping municipal de Campo Quijano, y se llevó la vida de cuatro personas, entre ellas su mamá, quien la tenía en brazos.
Las víctimas eran todas jóvenes: Ana Belén (23) y Juan Cruz Jurado (24), Rodrigo Tapia (18) y Mario Liendro (26); este último viajaba en el vehículo que causó el siniestro.
Esta es una modalidad que adoptaron los Padres de Víctimas de Conductores Ebrios e Irresponsables (PAVICEI), para que las personas tomen mayor conciencia y responsabilidad vial al conducir.
Con estas 4 estrellas, suman 71 en toda la provincia. Fue el 12 de abril de 2012 cuando comenzaron a dejar las huellas de las víctimas de accidentes de tránsito. En esa oportunidad, fueron recordadas las muertes de Verónica Padovani y Jorge Cuellar.
Dentro del camping, los familiares construyeron una gruta para recordar a sus seres queridos. Afuera, las estrellas dan el alerta a los conductores para que transiten con precaución. “La idea es que los automovilistas tomen conciencia de que allí murió una persona y deben manejar con cuidado”, explicó Raúl Padovani, presidente de PAVICEI.
Recordemos que el domingo 19 de enero de 2014, Jorge Barrientos (31) conducía un Fiat Uno a gran velocidad por la ruta 51 y en estado de ebriedad. Al pasar frente al camping municipal, perdió el control del vehículo y, luego de arrastrar el alambrado, motocicletas y chocar a otro vehículo estacionado, embistió a unas 10 personas que estaban allí.
En el impacto murieron los hermanos, Ana y Juan Cruz Jurado. La primera, era madre de Ámbar Valentina que, en ese entonces, tenía un año y cinco meses. Al momento del accidente, la niña se hallaba en los brazos de su mamá y de milagro salvó su vida.
También murió Rodrigo Tapia, quien se encontraba con los hermanos Jurado, después de 5 días de agonía. Lo mismo ocurrió con Mario Liendro, uno de los cinco acompañantes de Barrientos, el conductor del automóvil protagonista del hecho. Barrientos se encuentra con prisión preventiva desde el momento del hecho y está a la espera del juicio.
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