viernes, 11 de marzo de 2016

Hoy dictarían sentencia en el juicio por la tragedia de Campo Quijano

Ayer los jueces se dirigieron al camping, ubicado a un costado de la ruta 51, donde realizaron una inspección ocular.

Jorge Omar Barrientos es el único imputado y está acusado por el delito de homicidio simple. El 19 de enero de 2014, Barrientos manejaba alcoholizado a gran velocidad y provocó la muerte de cuatro personas. Hoy será la última jornada del juicio, declarará la última testigo, se conocerán los alegatos de las partes y se dictará sentencia.

La inspección ocular
Miradas profundas y tristes de ojos llorosos en el camping de Campo Quijano. La tranquilidad de este apacible pueblo se vio alterada ayer por la mañana con la llegada de jueces, funcionarios judiciales, testigos y familias, quienes arribaron al camping municipal Juanillo López para llevar adelante una inspección ocular en el marco del juicio por la tragedia vial ocurrida hace dos años en la que murieron los hermanos Ana Belén y Juan Cruz Jurado, Rodrigo Tapia y Mario Liendro. 



Pasadas las 10 ingresó al predio el fiscal penal Ramiro Ramos Osorio. Luego lo hizo el tribunal presidido por el juez Amadeo Longarte e integrado por Bernardo Ruiz y María Victoria Montoya Quiroga. 

Los acompañaba una comitiva de secretarios y asistentes. Los padres de los hermanos Jurado, Alfredo y Hermelinda Ríos llegaron al lugar con la pequeña Ámbar Valentina en brazos.

Los parientes de Mario Liendro, Omar Flores, y Norma Liendro también estuvieron presentes. Sumidos en dolor, pero con pasos firmes, avanzaron hasta el lugar. 

El imputado Jorge Omar Barrientos no quiso participar. Se abstuvo. Desde el Poder Judicial explicaron que tiene derecho a permanecer ajeno a la inspección ocular. En el caso de una reconstrucción su participación sí sería relevante, aunque también optativa.

El tribunal cruzó todo el predio y se apostó en la parte posterior izquierda, en cercanías al alambrado perimetral que da hacia la ruta nacional 51. 

Allí hay, ahora, una gruta de ladrillos con rejas, prolijamente pintada en tonos naranja y verde aceituna con portarretratos y flores en memoria de los jóvenes fallecidos. 

"Por siempre vivirán en nuestros corazones", reza una de las leyendas. Precisamente en ese sitio, donde antes había una banca de cemento, estaba Ana Belén, de pie, con su beba Ámbar Valentina, cuando el Fiat Sporting rojo conducido por Omar Barrientos atravesó el alambrado y arrasó con todo. A escasos metros de Ana, a la derecha, en el sector de un asador que había en ese lugar pero que ahora ya no está, permanecía Rodrigo Tapia y, frente a ellos dos, se encontraba Juan Cruz Jurado.

Los magistrados observaron detenidamente cada rincón. Hacían gestos. Señalaron sitios específicos y calcularon distancias entre un punto y otro.

Fotos del momento previo
Luego de 20 minutos, los padres de los hermanos Jurado les mostraron a los jueces 10 fotografías, algunos de ellas llamaron especialmente la atención ya que son de los momentos previo a la tragedia. En una de ellas se observa a Ana Belén en una pileta, aparentemente lavando lechuga. En otra aparece de pie, frente a una mesa, a punto de cortar un trozo de asado. El grupo de amigos se encuentra reunido en torno de la mesa. Uno de los jóvenes prepara ensalada de tomate y cebolla. En la tercera foto, Ana Belén tiene un tuper rojo con ensalada en la mano. Iba a servirla. Vestía una musculosa blanca y un pantalón estampado.

Un hombre que vestía un buzo bordó y pantalón negro oficiaba por momentos de guía. Se trata de Diego Barboza, vecino y testigo del hecho. El día de la tragedia estaba frente al camping, en la casa de su madre y vio cómo el auto venía por la ruta, voló, arrasó el alambrado, se llevó por delante al grupo de amigos y quedó estacionado sobre otro auto blanco.

El fiscal Ramiro Osorio llevaba consigo una infografía que incluía un croquis del lugar con varias referencias y fotografías de la escena del hecho. La jueza María Victoria Montoya Quiroga y él miraban ese papel y luego señalaban los puntos indicados. Luego el juez Amadeo Longarte y el testigo Diego Barboza hicieron lo mismo.

Los jueces y un testigo comparan un croquis con el lugar por donde ingresó el auto. Jan Touzeau

Conmoción
Hermelinda Ríos se quebró en llanto. Otros familiares se acercaban a acariciar el portarretrato con la foto de Ana Belén mientras las lágrimas caían por sus rostros. Hubo abrazos fuertes y largos entre ellos. 

Tras cuarenta minutos, el tribunal salió del camping e inspeccionó la zona de la ruta 51. Los jueces a bordo de una camioneta Toyota Hilux gris fueron hacia el río Blanco y regresaron. Observaron detenidamente la ruta, el alambrado perimetral del predio. Sobre el pavimento siguen perfectamente pintadas las cuatro estrellas amarillas por Ana Belén, Juan Cruz, "Rodyh" y Mario. A las 11 los jueces se marcharon. 

La pequeña Ámbar Valentina comenzaba a jugar y correr sobre el pasto. Su abuela Hermelinda le extendía los brazos. En los ojos de la niña, Hermelinda ve algo de Ana Belén y ya no corren lágrimas por su rostro, se le dibuja una sonrisa.

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