lunes, 7 de marzo de 2016

Tragedia de Quijano: Barrientos, entre dolo eventual y homicidio culposo

Las audiencias seguirán el lunes en la sala Miguel Ragone. El imputado podría seguir en prisión o quedar libre.

"Es algo inédito para nuestra justicia que un homicida al volante llegue detenido a juicio y esté acusado por el delito de homicidio simple en un siniestro vial", señaló Alfredo Jurado, padre de dos de las cuatro víctimas fatales en la tragedia vial de Campo Quijano, ocurrida el 19 de enero de 2014. Jorge Omar Barrientos está acusado de haber matado a cuatro personas y haberle provocado lesiones graves y lesiones a otras, una pena que prevé una condena mínima de 8 años y máxima de 25.

Lo que estará en discusión y será evaluado por el Tribunal de Juicio es si en la acción realizada por el imputado existió "dolo eventual" o "culposo". La primera lo llevaría a cumplir una condena efectiva de al menos 8 años de prisión, la segunda sería una pena condicional -excarcelable- de un mínimo de 3 años y un máximo de 5. Barrientos está en prisión hace más de dos años.

Las audiencias de debates que se vienen desarrollando en el Salón de Grandes Juicios Miguel Ragone de la Ciudad Judicial continuarán el lunes, desde las 9.15, y está previsto que terminen el viernes 11 del corriente mes. El miércoles se realizaría una inspección ocular en el lugar del hecho, el camping Juanillo López de Campo Quijano. El Tribunal está integrado por Ángel Longarte (presidente), Bernardo Ruiz y María Victoria Montoya Quiroga (vocales). Serán ellos quienes deberán analizar, evaluar y decidir la condena final de Barrientos, decisión que podría sentar un precedente jurídico para la Justicia local en este tipo de hechos -siniestro vial- a juzgar.

Tras casi una semana de juicio, teniendo en cuenta los testimonios de diversos testigos y de los mismos protagonistas, todo parece indicar que desde el Ministerio Público Fiscal, a cargo de Ramiro Ramos Osorio, la solicitud de pena rondaría entre los 8 y 10 años de prisión efectiva, cuestión en la que entraría a jugar la figura del "homicidio simple con dolo eventual".

Por su parte, la defensa del acusado, a cargo de los doctores Matías Risso y Accietto Velarde, sostendría la figura dolosa en el hecho y podrían solicitar para su defendido la pena de 4 o 4 años y medio de prisión condicional.

Pero, ¿qué deberían tener en cuanta las partes para que el pedido de condena sea valorado por el Tribunal?
Sin cambios

En caso de que la defensa de Jorge Barrientos logre dejar afuera de discusión la figura de un posible dolo eventual y establezca que el homicidio en este caso se produjo como consecuencia de un acto negligente de su defendido, se trataría de una pena acorde a lo que se viene juzgando en los últimos años en la provincia en accidentes o siniestros viales. No habría antecedentes en Salta de una condena por homicidio simple con dolo eventual en este tipo de hechos, para eso se debería mover toda una estructura jurídica.

La defensa del imputado intentará fundamentar la solicitud de su pena dejando en claro que el accionar de Jorge Barrientos fue producto del cansancio y la negligencia y nunca fue consciente de la gravedad del hecho. Además, Matías Risso, en una de las audiencias de la semana pasada pidió al Tribunal se tenga en consideración la posible culpabilidad del resto de los jóvenes que viajaban con el imputado ese trágico mediodía. Pedido que fue descartado por el Tribunal, que considera que el único culpable del hecho es Jorge Omar Barrientos. Más allá de dicha negativa, los defensores podrán utilizar ese tipo de argumentos en sus alegatos.

Sentar precedente
Para mover las estructuras jurídicas provinciales en este tipo de causas, desde la fiscalía como las partes querellantes deberán tener los argumentos de valoración necesarios y contundentes para determinar que Barrientos era totalmente consciente de lo que podría haber provocado y lo que terminó provocando. En su gesto activo, él debió presumir que, con alcohol en su cuerpo, la elevada velocidad en que circulaba y el enorme cansancio que tenía encima podía ocasionar -consciente- lo que terminó por ocurrir: una tragedia con cuatro muertos y varios heridos. Si eso, entre otras tantas cuestiones, se tiene en cuenta por el Tribunal se podría tratar de un fallo histórico para la provincia en materia judicial.

Lo cierto es que esta semana declararán los peritos que trabajaron en la causa, testigos que podrían ser reveladores.

Cinco días que revivieron el dolor
En menos de una semana familiares y amigos de las víctimas de la tragedia en Campo Quijano volvieron a revivir lo sucedido ese mediodía del 19 de enero de 2014 en el camping Juanillo López del Portal de los Andes. "Es muy duro volver a recordar, escuchar cosas que no sabíamos, es durísimo volver a revivir la tragedia", expresó Oscar Alfredo Jurado, padre de dos de los fallecidos: Ana Belén y Juan Cruz Jurado.

Momentos de dolor impregnaron el Salón de Grandes Juicios Miguel Ragone en más de una oportunidad. Hasta los ojos se humedecieron ante el desgarrador relato de jovencitas que fueron víctimas de la tragedia y por milagro salvaron sus vidas. A muchos de ellos, el entorno los reduce a un mundo desconocido, "nunca había pasado por esta situación de encontrarme en un Tribunal, escuchar declaraciones y además tener que declarar", contó Jurado.

El primer día fue muy intenso, por el banquillo pasaron los padres de las víctimas, jóvenes que estuvieron en el lugar de la catástrofe. En esa jornada la descripción de los declarantes hizo carne nuevamente el dolor. "Fue una jornada triste, volver a revivir todo es muy doloroso porque se trata de un hecho que nos marcó para toda la vida", sostiene con pesar el padre de Ana Belén y Juan Cruz.

El único imputado, Jorge Omar Barrientos, también declaró, al respecto Alfredo Jurado sostuvo: "Él nos pidió perdón a todas las familias de los chicos que fallecieron, dijo que hubiese querido estar en lugar de los chicos, dijo que está muerto en vida. Justamente, mi señora -Hermelinda Ríos- me decía nosotros también estamos muertos en vida desde que vimos a nuestros hijos sin vida, la mitad de nosotros se nos fue con ellos. Mis hijos no son muertos vivos, están muertos. Si Dios me diera esa posibilidad me gustaría haber estado a mí en lugar de esos chicos".

"El dolor que uno siente no es comparable a lo que él -por Barrientos- piensa o siente en estos momentos", apuntó el padre de dos de las cuatro víctimas fatales. Acerca de una posible condena, el dolido padre apuntó: "Una condena solo aliviará el profundo dolor, uno ya se acostumbra a vivir con ese dolor, sufrimiento que lo llevaremos hasta la tumba. Mis hijos, Ana Belén y Juan Cruz se querían tanto, eran tan unidos, se vivían abrazando, andaban siempre juntos. Es un dolor que perdurará por siempre".

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