Festividad de un alimento autóctono que permite a las comunidades de los cerros ver el futuro con optimismo. Seis mil personas pasaron por “El Alfarcito” para adquirir y saborear los ricos platos con papa andina.
Mil kilos de papa andina, haba, cordero, queso, y cuanto producto artesanal se expusiera fueron adquiridos en pocas horas en El Alfarcito, ese pedacito de cielo que emerge entre los cerros, y que “Chifri” acuño como centro de integración, para las comunidad de alta montaña del departamento de Rosario de Lerma.
La feria tuvo de todo. Música, espectáculos, oración, encuentro de amigos y hasta una inquieta ventisca cordillerana que renegó toda la mañana al pie de esta quebrada ubicada a 82 kilómetros de Salta Capital.
La degustación de la papa andina en sus diferentes especies y formas de cocinar fue la sensación de la festividad. Desde una deliciosa cazuela de cordero con para “Oca” y las hamburguesas de quinoa ofrecidas por el gourmet. hasta los choclos con queso de cabra. Ni hablar de las artesanías, otro atractivo más para los turistas que se acercaron al centro Eclesial El Alfarcito.
Desde ECO HUASI, la oficina de turismo construida con botellas plásticas en el ingreso del predio, se explicó el cuidado del medioambiente, y parte de las enseñanzas del sacerdote andador de los cerros.
“Está es la fiesta de toda la Quebrada, aquí convergen todas las comunidades. Concretar este sueño de “Chifri” no enorgullece y nos llena de júbilo. Hoy no sólo se produce y se almacena con las normas de calidad sanitaria exigidas, la papa andina, también se exporta y es alimento codiciado por los mejores gourmet del país y el mundo” explicó Daniel Canónica uno de los referentes de la Fundación Alfarcito que sigue el proyecto social del padre Sigfrido Moroder.
Fuente de trabajo e identidad cultural la papa andina trasciende por la labor realizada en esta parte del país, gracias al aporte de este grupo de personas. Evita el desarraigo y fortalece a las comunidades. Después de un año de vida los productores comercializar la papa andina, gracias a la inauguración de la planta empaquetadora el año pasado 2012, ubicada a metros de la ruta nacional 51.
Funciona de tal manera que ya empaquetaron 12 mil kilos. Y todos vendidos. “Vamos de a poco cumpliendo nuestras metas. Tenemos muchos pedidos de ventas. La gente viene y busca la papa andina y pide saber cómo prepararla.
“Algunos conocen sus bondades alimenticias y otros quieren saber más. Por momentos nos desborda el interés que ha suscitado nuestro producto. Todo esto se lo debemos a la labor de Chifri, el motor de nuestras vidas” sentenció Mariano “Chinguila” Tolaba integrante de la cooperativa TEKI MASI (chico bueno).
Según las estimaciones, unas seis mil personas llegaron al Alfarcito a participar de la feria. También se pudo apreciar el mural realizado por la artista Florencia Delucchi. A penas uno llega al cielo de Alfarcito, la obra está plasmada en el galpón de empaque y clasificación de la papa. Relata la vida de las alturas de la montaña y como el Padre Chifri visualizo la obra social y cristiana de Alfarcito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario