Aunque en Salta la violencia familiar no da tregua, se colocarán 200 botones antipánico en espacios públicos.
Las cifras por violencia familiar en Salta son alarmantes. En 2011 los números superaron a los de 2010 en más de 1300 causas ingresadas, sólo en el Distrito Judicial Centro. Algo similar ocurrió en Joaquín V. González, cuando a un mes de abierto un juzgado, el 63,7 por ciento de las causas fueron de este tipo.
Ayer, en medio del anuncio del nuevo Plan de Seguridad para la provincia, el Gobierno difundió la instalación de 200 botones antipánico en los espacios públicos salteños. Se supone que estos botones servirán para la protección de los ciudadanos y los visitantes, aunque en otros lugares del país, como la ciudad de Buenos Aires o el municipio de Tigre, se entregan a personas para quienes un juez otorga una consigna policial ante una denuncia por violencia.
El subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace, dijo en diálogo con El Tribuno que los botones antipánico se aplican en la ciudad de Buenos Aires desde diciembre, pero “las pruebas se vienen haciendo desde abril”.
Cualquier persona puede acceder a un botón antipánico en Buenos Aires, siempre y cuando un juez así lo determine. Pueden tenerlo niños, ancianos, hombres o mujeres “mientras exista una judicialización de una conducta, violencia de género o denuncia por delito de amenazas”.
Pedace explicó que en esos casos, el juez o el fiscal que interviene casi siempre determina que se coloque una consigna policial en el domicilio o en el lugar de trabajo de la persona agredida o amenazada. “Esta presencia física a veces no puede cubrirse por carencia de personal y para eso la Metropolitana está incorporando tecnología que suple en algunos aspectos a esa presencia”.
En Salta, según el anuncio hecho por el Gobierno Provincial, se prevé que los botones antipánico estén interconectados con cámaras de seguridad por medio de las cuales se verá a quien los accione, desde el Centro de Monitoreo. Sin embargo, se desconoce cómo se implementarán, ya que tampoco se supo acerca del desarrollo de pruebas piloto.
¿Cómo funcionan los botones antipánico?
El funcionario de la Policía Metropolitana explicó que, cuando el juez autoriza, se le entrega un botón a quien hizo la denuncia. Una vez que la persona oprime el botón antipánico, éste toma contacto inmediatamente con el Centro de Monitoreo. “Estos botones brindan la posibilidad de que la persona afectada pueda entablar un diálogo con quien recibe la señal en el Centro de Monitoreo y en el caso de que la persona no pudiera hablar, se puede escuchar el sonido ambiente del lugar en el que está, donde se está produciendo el hecho”.
“Todo esto va de la mano de una rápida concurrencia de móviles de la Policía Metropolitana, con la ayuda de las cámaras que se encuentran en diferentes puntos de la ciudad, que son monitoreados con el Centro de Monitoreo. Los móviles policiales también cuentan con imágenes para que el conductor y el encargado del móvil sepan con qué se van a encontrar”.
Pedace también indicó que con estos dispositivos se pueden incorporar al sistema fotos de la persona sobre la que pesa una exclusión de hogar, datos de la causa y otros elementos “ya que tiene muchísima capacidad de información para que la Policía sepa que con quien se encuentra sea quien se busca”.
El uso del botón antipánico en Tigre
En el municipio de Tigre se puso en marcha un sistema similar al de la ciudad de Buenos Aires, a partir de los primeros días de marzo. Se trata del DAMA (dispositivo de alerta para mujeres agredidas, según sus siglas), que también tuvo una prueba piloto durante varios meses y se utiliza exclusivamente para casos de violencia familiar.
El DAMA también emite una alarma al centro de operaciones de Tigre, donde se reciben todas las alarmas de los botones de pánico que funcionan en la ciudad. El operador se entera, a través de la pantalla, quién es la persona que lo emite y dónde se encuentra, gracias a la tecnología GPS.
Algunos datitos
- La Justicia, a través del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio Público, están reconociendo de a poco las bondades de este servicio y dejando de lado la cobertura física “que es algo que es perimido”, dijo Pedace.
- La instalación de dispositivos antipánico llevó un período de prueba, con simulacros de utilización de unos ocho meses aproximadamente.
- En Buenos Aires hay 30 dispositivos entregados y un total de 200 disponibles para su uso cuando lo disponga la Justicia.